
El día martes 16 de abril de 2024, la revolución bolivariana liderada por Nicolás Maduro ha decidido unirse a México y Nicaragua, en un movimiento de presión contra el gobierno ecuatoriano tras el reciente asalto a la embajada azteca en Quito. La medida adoptada por Maduro fue anunciada durante su intervención en la cumbre virtual de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac). El mandatario venezolano ha ordenado el cierre inmediato de la embajada de su país en Ecuador, así como el cierre del consulado de Quito y del consulado en Guayaquil, y ha solicitado que el personal diplomático regrese a Venezuela de manera inmediata.
Cabe destacar que en Ecuador residen aproximadamente medio millón de inmigrantes venezolanos, quienes se verán seriamente perjudicados por esta decisión. Maduro aseguró que mantendrá esta medida de fuerza hasta que «se restituya el Derecho Internacional». Maduro y su aliado, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, insisten en que el ex vicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, capturado durante el asalto, sea devuelto a las autoridades mexicanas y que el presidente ecuatoriano Daniel Noboa pida disculpas públicas.
Glas, quien se encuentra en huelga de hambre en una celda del penal de La Roca en Guayaquil, contaba con el asilo político concedido por López Obrador, a pesar de tener dos sentencias por corrupción en su contra.
La decisión de Maduro no ha sorprendido a muchos, dado que el enfrentamiento entre él y Noboa era notorio desde la campaña electoral de 2023. En aquel entonces, Noboa, quien se define como un «socialdemócrata moderado», criticó duramente a Maduro, quien es un estrecho aliado de la Revolución Ciudadana. De esta manera, Maduro se une a su aliado Daniel Ortega, quien rompió las relaciones de Nicaragua con Ecuador, a pesar de que estas eran casi inexistentes.
En respuesta al asalto violento a la embajada mexicana, el presidente colombiano, Gustavo Petro, también suspendió el encuentro binacional previsto entre ambos gobiernos para el 25 de este mes. «Creo que lo sucedido en la embajada de México es muy grave. Reconstruir el Derecho Internacional es fundamental si se quiere la paz del mundo», justificó el mandatario colombiano.
La presión de la Patria Grande (que agrupa a líderes izquierdistas, populistas y revolucionarios) contra Ecuador marcó la reciente y controvertida cumbre de la Celac, que causó el malestar de varios países con su presidenta, la hondureña Xiomara Castro.
Durante la cumbre, López Obrador insistió en su denuncia ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), a la que también se ha sumado Venezuela. «Lo primero es que se expulse de Naciones Unidas a Ecuador, en tanto no se pronuncien por la no repetición de este hecho vergonzoso y violatorio del Derecho Internacional», expresó el mandatario mexicano, quien además ironizó contra la ONU: «Si no actúa va a quedar como un florero».
El presidente mexicano ha criticado reiteradamente a la ONU, alegando que en las relaciones internacionales se aplica la «ley del más fuerte, el mundo de los gorilas con todo respeto para los gorilas».
En su diatriba contra Noboa, los mandatarios izquierdistas han contado con el pleno apoyo del ex presidente ecuatoriano Rafael Correa, quien además es uno de los principales asesores de Maduro.
En sus últimas declaraciones públicas, Noboa ha insistido en que «no me arrepiento de mi decisión», pese a la unanimidad de la censura internacional. El mandatario se juega parte de su apoyo político en el referéndum que se celebrará el próximo domingo, que debe aprobar 11 cuestiones básicas para su gestión, sobre todo en materia de seguridad y justicia.