
En una sorprendente vuelta al clima invernal, España experimenta un acusado descenso de las temperaturas, muy propio de finales de febrero o comienzos de marzo. Este cambio brusco dejará, en las próximas horas, un ambiente muy frío generalizado, con una bajada de los termómetros en puntos del norte y del centro de la península entre 5 y 10 grados por debajo de lo normal para esta época del año.
Este giro inesperado en el clima es resultado de la irrupción de una masa de aire ártica en toda la península y las Baleares. Esta irrupción es consecuencia de la acción conjunta de un anticiclón al noroeste de Europa y de una borrasca sobre el Mediterráneo occidental y central.
Además del frío, el viento se suma a esta situación, dejando rachas cercanas a los 90-100 kilómetros por hora, lo que incrementa la sensación de frío. Según Rubén del Campo, portavoz de la Aemet, este episodio comenzará a ceder a partir del miércoles por la tarde, cuando el anticiclón se desplace hacia el suroeste, finalizando la irrupción de aire del norte muy frío.
Este lunes, los chubascos seguirán en el este de Cataluña, donde podrán alcanzar una intensidad localmente fuerte, superando los 20 litros por metro cuadrado en tan solo una hora. Estos chubascos podrían extenderse de forma más débil a otros puntos del área mediterránea y del Levante peninsular.
En los Pirineos, se prevé bastante frío y nieve a partir de tan solo unos 700 metros. En el resto del país, los cielos estarán poco nubosos, aunque soplarán el cierzo y la tramontana, favoreciendo un ambiente fresco en la mitad norte. Por ejemplo, en ciudades como Vitoria o Pamplona, las temperaturas no superarán los 12 grados.
Por el contrario, en el sur el ambiente será mucho más templado, especialmente en Sevilla, donde se esperan máximas de hasta los 28 grados, según ha añadido Del Campo.
El martes, «continuará el descenso térmico nocturno» y habrá heladas en zonas de montaña y también en amplias franjas de la meseta norte y páramos de la zona centro. Teruel bajará hasta los 2 grados bajo cero, al igual que otras capitales de provincia como Palencia, León, Cuenca, Burgos o Ávila.
Además, se esperan precipitaciones en el Cantábrico oriental, Pirineos y puntos del Alto Ebro, con nevadas por encima de unos 1.000 metros y un ambiente inestable en el Mediterráneo peninsular y en Baleares, con chubascos tormentosos.
En el resto del país, los cielos serán poco nubosos y el viento del norte seguirá soplando con intensidad, incrementando la sensación de frío. Las temperaturas en la mitad sur serán de 24 o 25 grados en Badajoz y Córdoba, mientras que en buena parte del norte quedarán por debajo de 15 grados.
En general, será un «ambiente frío para la época del año«, ha insistido Del Campo.
El miércoles amanecerá de nuevo con frío y con heladas en las montañas, en la meseta norte y en páramos del centro. Pero ya en las horas centrales del día habrá una recuperación de las temperaturas de hasta 5 grados con respecto a las del día anterior, especialmente en la mitad norte y en el área mediterránea.
Se superarán los 15 grados en casi todo el norte, se alcanzarán alrededor de los 20 grados en el centro y sur de la península y hasta 25 grados en el valle del Guadalquivir.
Para el jueves, se prevé un día de transición con vientos más flojos del norte y algún chaparrón por la tarde en el entorno del Sistema Ibérico. A partir del viernes, aunque con algo de incertidumbre, el escenario más probable prevé la llegada a la península de frentes asociados a borrascas, que dejarán lluvia.
Las zonas con más probabilidad de precipitaciones serán el norte y oeste de la península, aunque también podría llover en el centro, Pirineos, Cataluña y el Levante peninsular. Las temperaturas, a pesar de que sufrirán altibajos, en general, serán propias para la época del año, ha concluido el portavoz.