
El pasado jueves, 18 de abril de 2024, un ciudadano polaco fue arrestado en su país de origen por presunta colaboración con la inteligencia militar rusa. Según las autoridades, su objetivo era ayudar en la planificación de un atentado contra el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.
El sospechoso, cuya identidad se ha mantenido en reserva y es conocido sólo como Pawel K., fue detenido en una operación coordinada entre la Agencia de Seguridad Interior (ABW) de Polonia y los servicios de seguridad de Ucrania. Un juez del Tribunal de Distrito de Varsovia ha decretado su ingreso en prisión preventiva.
Pawel K. ha sido acusado de disposición a actuar como agente del espionaje extranjero, un delito que puede acarrear una pena de hasta ocho años de prisión. Las pruebas que vinculan a Pawel K. con la inteligencia militar rusa fueron proporcionadas por los servicios de seguridad ucranianos a sus colegas polacos.
La Fiscalía del Estado de Polonia ha confirmado que Pawel K. había declarado su disposición a actuar como agente de la inteligencia militar rusa y había establecido contactos con individuos rusos directamente implicados en la guerra de Ucrania. Se sospecha que una de sus tareas era recabar y enviar información a la inteligencia militar de la Federación Rusa sobre la seguridad del aeropuerto de Rzeszow-Jasionka.
El aeropuerto de Rzeszow-Jasionka ocupa un lugar destacado en este asunto. Situado en el este de Polonia, se presume que es el aeropuerto que utiliza Zelenski cuando sale de Ucrania. Además, este aeropuerto desempeña un papel central no solo para las entregas de armas, sino también como punto de llegada y salida para todos los políticos occidentales que viajan a Kiev.
Según el comunicado de las autoridades, Pawel K. recopilaba datos sobre la seguridad del aeropuerto para ayudar a los servicios especiales rusos a planear un posible ataque contra Zelenski. Sin embargo, el comunicado no proporciona más detalles sobre este supuesto plan.
El papel de Pawel K. en este supuesto complot ha sido confirmado también por los servicios de seguridad ucranianos (SBU). En un comunicado que emitieron tras la detención de Pawel K., los servicios de seguridad ucranianos afirmaron que «gracias a acciones exitosas y al rápido intercambio de información entre los países, fue posible identificar y detener a un agente reclutado por los servicios especiales rusos en territorio polaco».
Polonia, que es miembro de la UE y de la OTAN, es un estrecho aliado militar de Ucrania y un importante centro de la ayuda militar occidental a Kiev. Este caso pone de relieve la tensión existente entre estos países y Rusia, en medio del conflicto en Ucrania.
La situación de seguridad en Ucrania es tan delicada que el espacio aéreo sobre Ucrania está cerrado debido a los ataques aéreos. Como resultado, los políticos viajan hacia y desde a Kiev en tren nocturno. El punto de llegada de los trenes es la ciudad fronteriza polaca de Przemysl, que está a unos 70 kilómetros del aeropuerto de Rzeszow.
En una nota relacionada, también se informó que el mismo jueves fueron detenidos en Alemania dos individuos sospechosos de colaborar con el espionaje ruso y de planear atentados con explosivos y artefactos incendiarios para socavar el apoyo a la causa ucraniana entre la población.
Este caso, junto con el arresto de Pawel K., pone de relieve la creciente tensión entre Rusia y los aliados de Ucrania, así como la complejidad y la seriedad de la situación en esta región.