
El pasado lunes 1 de abril, un matrimonio portugués de entre 50 y 60 años fue detenido por la Policía Local de Galapagar tras haber ocupado una casa en una exclusiva urbanización de la localidad. La pareja llevaba en sus bolsillos 2.000 euros en metálico y alegaron que habían estado viviendo en la casa durante varios días. Sin embargo, la policía descubrió que solo habían pasado unas pocas horas en la propiedad y se les acusó de causar daños en la vivienda.
La intervención se produjo a las 13.00 horas, después de que varios vecinos llamaran al telfono de Emergencias 112 Comunidad de Madrid, alertando sobre la posible ocupación de una vivienda unifamiliar en una urbanización de lujo muy cercana a la carretera M-519, que une Galapagar y Torrelodones.
Al llegar a la zona, varias patrullas de la Policía Local de Galapagar encontraron a un hombre y a su mujer en el interior de la vivienda. La pareja afirmó que habían estado viviendo en la casa durante varios días y se negaron a abandonarla. También declararon que estaban realizando reparaciones en el techo y otras áreas de la propiedad.
Sin embargo, tras realizar las investigaciones necesarias, la policía comprobó que la intrusión había ocurrido recientemente y que la pareja había causado daños en la vivienda. Según declaró Javier Álvarez, concejal de Seguridad de Galapagar, se procedió a la detención de los presuntos ocupantes.
Los sospechosos, que no tienen domicilio conocido y habían causado daños en la propiedad, fueron detenidos en el lugar de los hechos y trasladados a los calabozos de la Guardia Civil para continuar con las diligencias correspondientes. Se enfrentarán a cargos por usurpación de propiedad y otros delitos relacionados.
Se descubrió que los ocupantes habían eludido la barrera de seguridad de la urbanización, saltado la valla de la casa y forzado una puerta para entrar en la vivienda.
El edil de Seguridad, Javier Álvarez, declaró que en Galapagar «hay tolerancia cero con las ocupaciones y entendemos que la libertad y la propiedad privada hay que respetarlas». Álvarez insistió en que el Ayuntamiento perseguirá a los ocupantes ilegales y delincuentes y anunció que se ha convocado un concurso oposición para incrementar la plantilla de la Policía Municipal en 15 nuevos agentes.
«Actualmente, tenemos 46 agentes y esperamos llegar a más de 60 con esta nueva convocatoria. Además, hemos invertido en material para los agentes con nuevos vehículos y tenemos previsto recuperar la unidad canina y una unidad de drones para reforzar la vigilancia policial», señaló el edil.
Este incidente pone de manifiesto el problema persistente de la ocupación ilegal de viviendas en España, un problema que las autoridades están luchando por controlar. La intervención en Galapagar es un ejemplo de cómo las fuerzas de seguridad están tomando medidas para proteger la propiedad privada y mantener el orden en las comunidades locales.