El jueves pasado, un avión Boeing 777 con destino a Japón tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia inmediatamente después de despegar cuando una de sus ruedas se desprendió y cayó en un estacionamiento del aeropuerto. El incidente, que fue capturado en un video publicado en Internet, muestra cómo la rueda se desprende segundos después de que el avión de United Airlines despegara del aeropuerto internacional de San Francisco.
Según informes del medio local KRON4, la rueda rebotó en un estacionamiento utilizado por los empleados del aeropuerto antes de finalmente detenerse. Funcionarios del aeropuerto informaron que varios vehículos estacionados en el lugar resultaron dañados a consecuencia del impacto de la rueda. En ese momento, había 249 personas a bordo del avión que se dirigía a Osaka.
Este incidente se suma a una serie de problemas de control de calidad que ha enfrentado Boeing en los últimos meses. El más reciente de ellos ocurrió en enero, cuando un panel de un Boeing 737 Max 9 se desprendió del fuselaje tras el despegue del avión en Portland, Oregón, provocando un susto mayúsculo entre los pasajeros y la tripulación.
El Boeing 777, modelo del avión involucrado en el incidente del jueves, tiene seis ruedas en cada uno de sus principales puntales de aterrizaje. Según United Airlines, el diseño del avión le permite aterrizar con seguridad incluso si algunas de sus ruedas faltan o están dañadas.
Después del desprendimiento de la rueda, el vuelo fue desviado a Los Ángeles, donde aterrizó sin problemas. United Airlines informó que los pasajeros estarían de nuevo en camino más tarde ese mismo día.
Este hecho pone de manifiesto la importancia de los rigurosos procedimientos de control de calidad y mantenimiento de los aviones. La seguridad de los pasajeros es siempre la prioridad número uno para cualquier aerolínea y los incidentes como este sirven como un recordatorio de los peligros potenciales que pueden surgir cuando los estándares de calidad y seguridad no se cumplen.
Los incidentes de este tipo también pueden tener un impacto significativo en la reputación y la confianza de los clientes en las aerolíneas y los fabricantes de aviones. En este caso, tanto United Airlines como Boeing se enfrentan a preguntas sobre cómo pudo ocurrir un incidente de este tipo y qué medidas están tomando para prevenir que suceda en el futuro.
En respuesta al incidente, United Airlines emitió un comunicado en el que decía que la seguridad de sus pasajeros y empleados es su máxima prioridad. La aerolínea también afirmó que está trabajando en estrecha colaboración con las autoridades y con Boeing para investigar el incidente y asegurarse de que no vuelva a ocurrir.
Por su parte, Boeing aún no ha emitido una declaración oficial sobre el incidente. Sin embargo, se espera que la empresa aeroespacial estadounidense se pronuncie en breve, ya que este incidente se suma a una serie de problemas que la compañía ha enfrentado en los últimos meses.
En conclusión, este incidente sirve como un recordatorio de la importancia de mantener los más altos estándares de calidad y seguridad en la industria de la aviación. Aunque el aterrizaje de emergencia se realizó sin incidentes y no hubo heridos, el desprendimiento de una rueda de un avión en pleno vuelo es un incidente seriamente preocupante que merece una investigación exhaustiva. Esperemos que tanto United Airlines como Boeing tomen las medidas necesarias para garantizar la seguridad de sus pasajeros en el futuro.