
El ex presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, se defendió vehementemente de las acusaciones de corrupción en una entrevista con Ana Pastor en el programa El Objetivo de La Sexta. Resumiendo su postura en una frase contundente, Rubiales afirmó: «Todo es mentira». Esta entrevista se produjo en medio de la Operación Brody, una investigación en curso a cargo de la jueza Delia Rodrigo, que aborda acusaciones de corrupción empresarial, administración desleal, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal contra Rubiales.
El ex dirigente de la RFEF insistió en su inocencia y declaró que había regresado a España para cooperar con la investigación. Según él, había dejado España para comenzar una nueva vida en la República Dominicana después de ser expulsado de la presidencia de la Federación. Durante la entrevista, Rubiales describió cómo había sido rechazado por su banco habitual y cómo había recurrido a su amigo Nene para iniciar negocios en el Caribe.
Rubiales describió su situación como una persecución. Se le negaba la oportunidad de ganar la vida en el fútbol y se le dificultaba trabajar en otros campos debido a la presión mediática. Afirmó que, a pesar de firmar un contrato de 1,8 millones de dólares con una empresa coreana para NFT (activos criptográficos), había enfrentado obstáculos. Aseguró que la empresa había cancelado el contrato debido a las «presiones de España».
El ex presidente de la RFEF también negó tener cualquier vínculo con la constructora Gruconsa, que figura en la investigación. Pidió respeto por la presunción de inocencia, algo que, según él, no se le había concedido.
Rubiales también desmintió tener un equipo de béisbol y negó haberse beneficiado de negocios inmobiliarios en Cabo Verde y Arabia Saudita. Insistió en que estaba siendo difamado y que todo el dinero en sus cuentas era producto de su trabajo y sus ahorros.
La entrevista también abordó su relación con Pedro Rocha, presidente de la Junta Gestora de la Federación Española, y su tío Juan. Afirmó que no mantiene ninguna relación con Rocha y que Juan había estado con él en los momentos más difíciles de su vida.
Rubiales también trató el escándalo relacionado con un beso consentido con Jenni Hermoso. Aseguró que nunca hubo coacciones y que nadie podría demostrar lo contrario. También se refirió a sus contactos con el político Koldo García, a quien se le habían proporcionado entradas para partidos de fútbol, y al caso Negreira, un asunto polémico en el que se mostró decidido a llegar hasta las últimas consecuencias.
En conclusión, Luis Rubiales se defendió con vehemencia de las acusaciones de corrupción y malversación durante la entrevista. Aseguró que todas las afirmaciones eran falsas y que estaba siendo perseguido y difamado. A pesar de los obstáculos y las dificultades, Rubiales afirmó que continuará buscándose la vida de manera honrada.