
La prisión de Mas d’Enric, situada en El Catllar, Tarragona, ha tomado la decisión de destituir a 15 prisioneros de su cocina como medida de seguridad. Esta medida se implementa a raíz de un trágico incidente ocurrido el 13 de marzo pasado, cuando una cocinera del centro fue asesinada por un recluso. Cabe señalar que todos los presos afectados por esta nueva disposición han sido condenados por delitos violentos, incluyendo asesinatos.
La dirección de la cárcel decidió tomar esta medida como parte de las acciones de seguridad que se están implementando en los centros penitenciarios para prevenir que se repitan incidentes similares al ocurrido en Mas d’Enric. Fuentes penitenciarias han confirmado esta información a la agencia de noticias EFE.
El asesinato de la cocinera de Mas d’Enric, identificada como Nuria, ha provocado fuertes protestas por parte de los trabajadores penitenciarios de Cataluña. Los manifestantes han pedido repetidamente la renuncia de la consellera de Justicia, Gemma Ubasart, y del secretario de Medidas Penales, Amand Calder.
En una búsqueda constante por mejorar la seguridad, otras cárceles catalanas también han tomado medidas similares. Las prisiones de Ponent, en Lleida; y de Lledoners, en Sant Joan de Vilatorrada (Barcelona), han expulsado de sus cocinas a prisioneros que están cumpliendo condenas por homicidios o asesinatos.
En este contexto de tensiones y medidas de seguridad, este jueves se llevó a cabo la primera reunión entre Justicia y sindicatos de prisiones para abordar la seguridad en las cárceles. Sin embargo, la reunión terminó de manera abrupta y sin ningún acuerdo tangible, después de que los representantes de los trabajadores abandonaran la mesa de negociación. El motivo de este abandono fue el rechazo a los términos de la negociación propuestos.
El incidente ocurrido en Mas d’Enric y las medidas de seguridad subsecuentes han puesto en relieve la necesidad de mejorar la seguridad en los centros penitenciarios. Aunque el retiro de prisioneros violentos de la cocina puede parecer una solución a corto plazo, la cuestión de la seguridad en las cárceles de Cataluña sigue siendo un tema preocupante.
Las tensiones entre los trabajadores penitenciarios y la dirección de las cárceles también se han intensificado, especialmente tras la abrupta conclusión de la reunión entre Justicia y sindicatos de prisiones. Con los trabajadores demandando cambios en el liderazgo, y la dirección buscando mejorar la seguridad, el panorama en las cárceles catalanas parece cada vez más incierto.
Las próximas semanas serán cruciales para determinar cómo se manejarán estos problemas de seguridad y qué medidas adicionales se implementarán. Aunque la destitución de prisioneros de las cocinas es un paso, las autoridades aún tienen mucho trabajo por hacer para garantizar la seguridad de todos los trabajadores y reclusos en las cárceles de Cataluña.