
El barrio de Hortaleza en Madrid, más específicamente la exclusiva colonia El Bosque, está viviendo días de sobresalto y miedo. Esta colonia, que alberga a unos 350 chalets, es hogar de políticos, actores y periodistas famosos. En los últimos tiempos, vándalos han ingresado a al menos dos casas con la intención de ocuparlas ilegalmente.
Los vecinos de la zona se están movilizando activamente contra los okupas. Han llevado a cabo reuniones para planificar acciones y han solicitado mayor vigilancia policial. En ausencia de un incremento pertinente en la seguridad, son los propios residentes los que han asumido la responsabilidad de monitorizar a extraños, fotografiar a vehículos sospechosos aparcados en las calles y hacer retratos de personas sospechosas que deambulan por el barrio con malas intenciones. Además, han creado un grupo de WhatsApp para compartir cualquier incidente o sospecha. «Estamos todos juntos y vamos a hacer lo que haga falta para defendernos«, afirma Amelia, una vecina que ha vivido en la colonia durante más de 40 años.
El mes de abril ha sido particularmente alarmante para los residentes de El Bosque. Según los informes, varias personas han intentado ocupar dos chalets en las calles de Burgo de Osma y Ramonet. Gracias a las alarmas privadas, se pudo detectar la presencia de estos individuos. «Se llamó a la Policía Nacional y al final huyeron», comenta un vecino de la calle Burgo de Osma.
El 14 de abril, medio centenar de residentes se reunieron en la sede de la Asociación de Vecinos de El Bosque y acordaron que sean los habitantes del barrio quienes hagan un control y estén atentos a vehículos aparcados sospechosamente cerca de las casas. También se pidió a los residentes que estén alerta ante ruidos inusuales, luces de linternas y movimientos extraños en los chalets durante la noche.
Los residentes también están en alerta por cualquier aparición repentina de juguetes en los jardines, marcas en los buzones, contenedores abandonados durante mucho tiempo en la calle o armarios de contadores abiertos. Estas señales pueden indicar la presencia de okupas ya que si los contadores muestran un consumo bajo, es una señal de que la casa está desocupada.
El valor de estos chalets individuales puede variar entre uno y medio y dos millones de euros, dependiendo de su estado de conservación. Ángel, uno de los vecinos más longevos del barrio, asegura que han notado movimientos atípicos desde hace algún tiempo.
En la misma colonia, en la calle Mesena, hay un piso bajo habitado por una familia con un comportamiento inusual. Los vecinos de la zona aseguran que entraron como inquilinos, pagaron dos meses de alquiler y luego dejaron de pagar. «Hacen mucho ruido por la noche, tienen un comportamiento poco adecuado. En el piso hay un tránsito continuo de personas que hace sospechar que se dedican a algún tipo de trapicheo», denuncia un transeúnte habitual de la zona.
Hay mucha frustración entre los residentes por los okupas conflictivos, que no sólo rompen las reglas de convivencia sino que también están afectando a los comercios y tiendas en la calle Mesena. «Es una pena que unos okupas provoquen tanto daño. La gente tiene pavor de pasar por ese lado de la calle y los negocios cercanos están muy preocupados«, señala un vecino. En resumen, los residentes de la colonia El Bosque están unidos y decididos a proteger su barrio, y están tomando medidas activas para mantener a raya a los okupas.