
La aclamada izquierda del PSOE está atravesando un período de turbulencia interna, alcanzando niveles sin precedentes en medio de un período de «reflexión» por parte de Pedro Sánchez acerca de su futuro en el Gobierno. El punto de fricción esta vez radica en las justificaciones que el líder del gobierno esgrime, especialmente en lo que respecta a la «guerra judicial». En un giro irónico, este conflicto ve a antiguos compañeros en lados opuestos, como el ex vicepresidente del Gobierno y antiguo líder de Podemos, Pablo Iglesias, quien acusó a Rita Maestre, líder de Más Madrid, de usar el lawfare contra Podemos para su beneficio político.
Iglesias calificó un video publicado en redes sociales por Maestre, en el que aludía a sus propias experiencias con el lawfare, como una «indecencia». En este video, Maestre recordaba cómo varios líderes de su partido, incluyéndose a sí misma, habían sufrido los estragos de una «caza de brujas» política en los tribunales, similar a lo que el presidente del Gobierno está atravesando actualmente.
Estas afirmaciones no cayeron en gracia a Iglesias, quien denunció que Más Madrid, después de separarse de Podemos, utilizó estas mismas tácticas para crecer políticamente y superar a Podemos. Según Iglesias, Más Madrid y la ex alcaldesa, Carmena, habían recurrido a estas tácticas judiciales para perseguir a sus oponentes políticos.
En respuesta a las acusaciones de Iglesias, Maestre reaccionó con contundencia, tachando los comentarios del fundador de Podemos de «intimidación machista». A través de las redes sociales, Maestre enfatizó los «cambios oportunistas» que Podemos había experimentado durante ese período. Según Maestre, Iglesias apoyó el gobierno de Carmena hasta que intentó imponer su propia lista electoral y fue rechazado. A partir de ese momento, el gobierno de Carmena se convirtió de «ejemplo de gobierno» a «demonio» para Podemos.
La respuesta de Maestre no se detuvo allí. La portavoz de Más Madrid en el Ayuntamiento de la capital acusó a Iglesias de buscar «visibilidad» con sus comentarios y exigió «respeto» por su carrera política, que también ha sido afectada por casos de guerra judicial a manos de la «ultraderecha». Maestre recordó sus propias experiencias con el lawfare, incluyendo un juicio severo, amenazas de muerte y acusaciones de grupos de extrema derecha.
En este escenario de tensión, la «guerra fratricida» en la izquierda del PSOE parece estar lejos de apaciguarse. Con acusaciones y contraacusaciones volando, la política interna se ha convertido en un campo de batalla en el que antiguos aliados ahora se enfrentan entre sí. Mientras tanto, los observadores políticos estarán atentos a cómo se desarrolla esta guerra interna y cómo afectará el equilibrio de poder dentro del PSOE.