
La agrupación política EH Bildu se ha ubicado en una posición cómoda dentro de la oposición en el Parlamento Vasco. Sin embargo, su candidato a lehendakari, Pello Otxandiano, ha expresado su desconcierto ante lo que considera una falta de cortesía por parte del PNV (Partido Nacionalista Vasco). Según Otxandiano, es «inconcebible» que no se haya facilitado una reunión entre «dos partidos abertzales» después del empate a escaños que tuvo lugar el domingo pasado.
Otxandiano, quien liderará a EH Bildu en la Cámara vasca, ha compartido una ‘bicefalia’ con Arnaldo Otegi, el exlíder de Batasuna que actualmente controla la coalición soberanista. Fue Otegi quien propuso a Otxandiano como aspirante a la presidencia del Gobierno vasco.
Después de las elecciones del 21-A, EH Bildu se encuentra en una posición de protagonismo postelectoral a pesar de su «dulce derrota». La agrupación política obtuvo solo 29.000 votos menos que el PNV y empataron a 27 escaños. Otegi ya había anunciado que EH Bildu realizará una «oposición constructiva» si en las próximas semanas se ratifica el tercer acuerdo de gobierno consecutivo entre el PNV y el PSOE (Partido Socialista Obrero Español) vasco.
Otxandiano ha lamentado hoy la falta de «cortesía parlamentaria» del PNV al prescindir de una ronda con los partidos con representación en la Cámara vasca. En su lugar, el PNV ha iniciado con el PSE-EE la negociación de una continuidad de su alianza en el Gobierno vasco.
Otxandiano ha insistido en su propuesta de «gobiernos colaborativos», aunque no ha aclarado cuál sería el papel de Bildu cuando PNV y PSE tienen una holgada mayoría absoluta al sumar 39 escaños en una Cámara con 75 parlamentarios. Otxandiano ha insistido en que el «mandato popular» establece que el Parlamento tendrá una «mayoría cualificada abertzale» de 54 miembros y una «mayoría absoluta progresista» con 40 escaños. Para Otxandiano, excluir a EH Bildu de cualquier fórmula de «gobierno colaborativo» irá en contra de ese supuesto «mandato popular».
EH Bildu reivindica su protagonismo en una legislatura en la que el PNV y el PSE-EE tienen garantizada la gobernabilidad. Sin embargo, ambos partidos necesitan transmitir a la sociedad vasca que se enfrentarán a cambios significativos. Según Otxandiano, los «resultados excepcionales» de EH Bildu obligan a ambos partidos a revitalizar el Gobierno vasco para contrarrestar el apoyo a un «cambio» político en Euskadi. Este cambio estaría liderado por la izquierda abertzale con las elecciones forales y municipales de 2027 como objetivo. En este contexto, se abre un escenario para cualquier tipo de alianza.