
El estadio de Son Moix, ubicado en Palma de Mallorca, fue una vez más escenario de un incidente racista el pasado sábado, cuando un fanático imitó los gestos de un mono en las gradas tras el gol del francés Aurélien Tchouaméni que aseguró la victoria para el Real Madrid (0-1) contra el RCD Mallorca. Las cámaras de Movistar+ captaron la desafortunada escena.
Este es un nuevo episodio de racismo en el estadio del Mallorca, pero lamentablemente, el árbitro del partido, José María Sánchez Martínez, no incluyó el incidente en su informe oficial de la competición. Sin embargo, sí se registró el lanzamiento de una «botella de agua llena» al campo durante el partido. No hubo impacto en ningún jugador, pero provocó que el partido se detuviera durante un minuto.
Este lamentable incidente no es el primero que ocurre en Son Moix. Hace un año, un seguidor del Mallorca fue multado con 4.000 euros y suspendido por 12 meses de entrar al estadio por insultar al jugador del Madrid Vinicius Júnior con comentarios racistas. Vinicius también entró al campo de juego en la segunda mitad del partido del sábado.
El caso de Vinicius fue tan grave que terminó en el Juzgado de Instrucción 3 de Palma. LaLiga denunció los insultos y cánticos racistas que recibió Vinicius en la capital balear, reflejando una situación que se repite con demasiada frecuencia en otros campos. Vinicius declaró, en una conferencia de vídeo el 4 de abril de 2023, que se sintió «ofendido» por los gritos xenófobos y racistas que recibió durante el partido.
El Mallorca, en respuesta, emitió un comunicado en el que se posicionó en contra de cualquier tipo de insulto o manifestación racista y prometió trabajar con La Liga para identificar al responsable de los gritos racistas y tomar las medidas legales correspondientes.
Otro incidente ocurrió tres meses después, en la previa del partido entre el Mallorca y el Valencia. El Juzgado de Instrucción 10 de Palma abrió una causa, que fue archivada poco después, por insultos al jugador del Madrid reflejados en una pancarta exhibida en un bar frecuentado por ultras del Mallorca.
En otro incidente reciente, el defensa hispano-argentino Pablo Maffeo decidió cerrar su cuenta en una red social llamada «X» después de ser objeto de burlas y ataques de seguidores del Real Madrid. Maffeo fue ridiculizado por llorar después de perder la final de la Copa del Rey en una tanda de penales contra el Athletic Club de Bilbao en el estadio de La Cartuja de Sevilla la semana pasada. Maffeo, en una discusión con Vinicius durante el partido contra el Mallorca, replicó el gesto de llorar para acusarlo de ser un «llorón» por sus constantes quejas al árbitro.
Maffeo explicó su decisión de cerrar su cuenta en las redes sociales después del partido contra el Madrid. «Que tres idiotas me digan cosas no me afecta, creo que les afecta más a mi familia que a mí», dijo. «Simplemente cerré las redes porque vi un comentario dirigido a mi hija y, antes de responder y ponerme a pelear, mejor lo cierro. Sólo lo usaba para leer cosas. A mí no me afecta, estoy bien, el equipo me ha apoyado y estoy tranquilo».