
El artista de música urbana Bad Gyal, conocida por su identidad artística como la reina del perreo y el autotune, volvió a demostrar su dominio en la música urbana el pasado fin de semana en Madrid. La joven catalana deslumbró a los más de 15.000 asistentes con su vertiginoso espectáculo de luces, sonido y movimiento en su concierto en el antiguo Palacio de los Deportes.
El despliegue de la artista fue simplemente salvaje, una fiesta que duró una hora y 45 minutos y que dejó al público agotado pero eufórico. La actuación en Madrid fue parte de su gira mundial La Joia 24 Karats Tour, que ha recibido críticas positivas en cada una de sus paradas, incluyendo recientemente Bogotá y Ciudad de México.
El espectáculo de Bad Gyal en Madrid destacó por su energía desde el principio. La artista, cuyo nombre real es Alba Farelo Solé, comenzó con fuerza y mantuvo el ritmo durante todo el espectáculo. A lo largo del concierto, Bad Gyal deleitó a los asistentes con su mezcla de letras subidas de tono, movimientos de twerking y mucho brillibrilli en un set que fusionó trap, reggaetón y dancehall.
El concierto comenzó con el tema La que no se mueva, seguido de Perdió este culo y Kármika, creando un medley de tres canciones que puso a la audiencia a bailar desde el primer acorde. La energía del público se mantuvo durante todo el concierto, cantando y bailando cada canción con el mismo entusiasmo que la artista en el escenario.
Bad Gyal es una divaza y no tiene miedo de demostrarlo. Ataviada con unas gafas negras, un mini dress de brillos plateados y unas botas mosqueteras del mismo color, lucía como la joia que da nombre a su primer disco. Su álbum homónimo, La Joia, ha sido un éxito desde su lanzamiento, casi una década después de que saltara a la fama con su versión catalana de Work, de Rihanna.
Durante el concierto, Bad Gyal siguió manteniendo el ritmo con los temas Sin carné, Pop pop y Hookah, donde los gritos de euforia del público eclipsaron la voz de la artista. También interpretó Tremendo culón y 44, dos de sus temas más populares entre sus fans más fieles.
Aunque Bad Gyal se mantuvo firme en el escenario durante todo el concierto, tuvo tiempo para agradecer al público su apoyo y entusiasmo. \»Siempre es un placer estar aquí, sentir vuestra energía\», afirmó. Y preguntó: \»Sé que en Madrid lo dais todo… ¿Estáis a la altura hoy?\». La respuesta del público fue unánime y fervorosa.
Uno de los momentos más destacados del concierto fue durante el tema SexeSexy, cuando las hermanas pequeñas de Alba, Mushkaa y Greta, se unieron a ella en el escenario. Las hermanas Farelo recibieron una acogida entusiasta del público, confirmando el talento musical que parece correr en la familia.
A pesar de las colaboraciones en su disco, Bad Gyal demostró que no necesita a nadie más en el escenario para entregar una actuación poderosa. Ni Anitta para cantar Bota Niña, ni Ñengo Flow para hacer suyo Bad Boy ni tampoco Nicki Nicole para conquistarnos con Enamórate. Bad Gyal demostró que puede llevar el espectáculo por sí misma, apoyada por su cuerpo de seis bailarines, que no pararon en casi ningún momento y que también se contuvieron a la hora de darle hasta abajo, desatando fuegos artificiales casi tan potentes como la pirotecnia del escenario.
En resumen, la actuación de Bad Gyal en Madrid fue un fiestón que demostró una vez más por qué es la reina del perreo y el autotune. Con su energía inagotable, su carisma y su talento, la artista catalana no deja de sorprender y deleitar a su creciente número de fans. Y si su actuación en Madrid es una indicación, no hay duda de que Bad Gyal seguirá reinando en la escena de la música urbana durante mucho tiempo.