
La cuestión de proporcionar ayuda a Israel y Ucrania ha generado un debate en Washington esta semana. A pesar de ser bombardeada diariamente con misiles y drones, Ucrania aún espera ayuda, mientras que Israel podría recibir ayuda urgente de Estados Unidos con un solo bombardeo.
El debate actual se centra en la necesidad de aprobar una ley para aumentar la ayuda a Israel, una idea que cuenta con el respaldo tanto de los demócratas como de los republicanos. Sin embargo, la discusión se complica cuando se recuerda a los republicanos pro-Trump que este proyecto de ley ya existe, pero ha estado paralizado desde octubre debido a que también apoya a Ucrania.
Donald Trump, desde su residencia en Florida, ha prohibido a los republicanos pro-Trump ayudar al gobierno de Kiev en su lucha contra los invasores rusos. A pesar de esto, la ayuda a Ucrania ha sido aprobada por el Senado, con más de la mitad de los republicanos de esa cámara votando a favor. Sin embargo, la propuesta se encuentra estancada en la Cámara de Representantes, donde el presidente, el trumpista Mike Johnson, se niega a someterla a votación.
El proyecto de ley en cuestión contiene 61.400 millones de dólares para Ucrania y 14.300 millones para Israel. La ayuda a Israel se concentra en más munición para sistemas de misiles antimisiles, como los que se utilizaron contra Irán el fin de semana, y en el desarrollo de nuevas armas con esas capacidades.
A pesar de la aprobación en el Senado, los líderes republicanos de la Cámara de Representantes se han rebelado. Steve Scalise, líder de la bancada republicana, ha insistido en que se debe aprobar la ayuda a Israel inmediatamente. La respuesta de la Casa Blanca, y también de los líderes demócrata, Chuck Schumer, y republicano, Mitch McConnell, es que esa ayuda ya está aprobada y solo necesita ser ratificada por la Cámara de Representantes.
Pero los aliados de Trump no parecen dispuestos a permitir que se llegue a un acuerdo. Johnson ha planteado algunas propuestas alternativas, como la reactivación del programa ‘lend-lease’, que permitió a Estados Unidos entregar grandes cantidades de armas a países aliados antes de entrar en la Segunda Guerra Mundial. Otra opción que Johnson ha sugerido es usar los intereses de los fondos del banco central ruso congelados en EEUU y en Europa tras la invasión de Ucrania. Sin embargo, estas propuestas presentan problemas legales y logísticos.
Johnson, quien ha afirmado que habla con Dios por la noche y que este le ha dicho que guiará a Estados Unidos como Moisés hizo con el Pueblo Elegido, no ha proporcionado detalles sobre cómo planea implementar estas propuestas. Sin embargo, ha sido claro en su intención de hacer todo lo posible para que Israel obtenga su ayuda y Ucrania no.
Este debate se produce en un momento en que la representante republicana Marjorie Taylor Greene, que se encuentra a la derecha de Johnson, amenaza con presentar una moción de no confianza si se vota la ayuda a Ucrania. Por lo tanto, parece que la ayuda a Israel podría ser aprobada pronto, mientras que la ayuda a Ucrania sigue en espera.