
En una protesta pacífica y unánime contra la sanción a un compañero de equipo, los jugadores de los equipos de fútbol Rayo Majadahonda y Ponferradina se quedaron inmóviles durante los primeros segundos del partido que ambos equipos disputaron recientemente. Esta acción de protesta ocurrió en respuesta a la sanción de dos partidos aplicada al portero del Rayo Majadahonda, Cheikh Sarr, quien se enfrentó a un aficionado que le lanzó insultos racistas durante un encuentro anterior contra el Sestao River.
Normalmente, un partido de fútbol comienza con el silbato del árbitro y los jugadores se lanzan a la acción. Sin embargo, en este caso, tras el silbato inicial, un jugador del Rayo Majadahonda puso el balón en juego y, en un giro inusual de los eventos, todos los jugadores de ambos equipos permanecieron parados durante unos segundos.
Tras este gesto, el partido continuó con normalidad. Sin embargo, este acto de protesta pacífica había enviado un mensaje claro. Ambos equipos habían acordado previamente esta acción conjunta con el objetivo de hacer visible una sanción que, en opinión del Rayo Majadahonda, es injusta.
El incidente que desencadenó esta protesta ocurrió en un enfrentamiento previo entre el Rayo Majadahonda y el Sestao River. Durante este partido, Cheikh Sarr se enfrentó a los aficionados del Sestao River que le estaban insultando. En respuesta a este incidente, el Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) decidió el martes sancionar con dos partidos de suspensión al portero del Rayo Majadahonda, Cheickh Kane Sarr. Además, se le impuso una multa de 600 euros por conducta contraria al buen orden deportivo y una multa adicional de 90 euros al club, en aplicación del artículo 129 del Código Disciplinario de la RFEF.
Por otro lado, el Sestao River, equipo cuyo aficionado fue responsable de los insultos racistas a Cheikh Sarr, también recibió sanciones. El club tendrá que disputar dos partidos a puerta cerrada y abonar una multa de 6.001 euros.
El racismo en el deporte, y en particular en el fútbol, ha sido una preocupación creciente en los últimos años. Las sanciones por insultos racistas y la conducta de los jugadores en respuesta a los mismos se han convertido en un tema de debate entre los aficionados, los jugadores y las autoridades deportivas. Este incidente y la posterior protesta de los jugadores del Rayo Majadahonda y del Ponferradina ponen de manifiesto la gravedad del problema y el deseo de los jugadores de tomar medidas contra el racismo en el fútbol.
La sanción contra Cheikh Sarr y la subsiguiente protesta de los jugadores de su equipo y del Ponferradina plantean preguntas sobre cómo se manejan los incidentes de racismo en el fútbol español. ¿Es suficiente la sanción impuesta al club cuyos aficionados profirieron los insultos racistas? ¿Es injusto castigar a un jugador por responder a los insultos racistas? Estas son preguntas que la RFEF y todas las partes involucradas en el fútbol español deben considerar seriamente en su lucha continua contra el racismo en el deporte.