
El Tribunal Supremo de España ha ratificado la condena de Ana Mara Cameno, apodada la ‘reina de la coca’, a 16 años de prisión y al pago de una multa de 21 millones de euros. Cameno fue condenada por liderar una red de tráfico de cocaína en España y por lavado de dinero en Panamá. Esta sentencia ratifica la dictada previamente por la Audiencia Nacional, que también impuso penas de entre 4 y 9 años de prisión a 11 otros condenados por delitos relacionados con tráfico de drogas y blanqueo de capitales.
La investigación sobre Cameno se inició en 2013, después de detectar que, a pesar de haber estado vinculada a operaciones de narcotráfico previas, seguía desarrollando este tipo de actividades. Finalmente, fue detenida el 26 de septiembre de 2014 en La Línea de la Concepción, Cádiz, acusada de dirigir la distribución de cien kilos de cocaína en distintos puntos de España.
Además de Cameno, entre los condenados figura el director de la entidad Bandenia Banca Privada, José Miguel Artiles, quien fue sentenciado a 4 años de prisión y una multa de 1,2 millones de euros por blanqueo de capitales. Según el Tribunal Supremo, la evidencia presentada probó la existencia de una organización criminal liderada por Cameno, quien no tenía actividad lícita alguna, pero disponía de una importante cantidad de activos, como inmuebles y vehículos, y manejaba relevantes cantidades de dinero en efectivo.
La sentencia de la Audiencia Nacional declaró probado que Cameno, junto a su entonces pareja sentimental, en paradero desconocido, lideraba esta organización criminal. Esta estructura operaba con la colaboración de otras personas que intervenían en cada operación concreta y contaba con colaboradores habituales. El tribunal señaló que las pruebas evidenciaban una «realidad incuestionable» contra Cameno, quien adoptaba medidas de seguridad extremas y evitaba el uso del teléfono.
La operación que llevó a la detención de Cameno resultó en la desarticulación de una red de narcotraficantes. Se sospechaba que Cameno era la cabecilla de esta red, y que había creado una estructura para blanquear las ganancias obtenidas del narcotráfico en productos financieros y mediante transferencias a Panamá a través de la entidad bancaria Bandenia.
Cameno y su pareja abandonaron su residencia habitual en Majadahonda, Madrid, y se trasladaron a la urbanización La Alcaidesa en La Línea de la Concepción, Cádiz, tras la detención en Valdemorillo, Madrid, de uno de los acusados, Miguel Ángel López Palencia. Este fue detenido con casi 19 kilos de cocaína en un vehículo que utilizaba Cameno. Palencia fue condenado a 9 años de prisión.
En la vivienda de Cameno y su pareja en La Alcaidesa fueron intervenidos casi 45 kilos de cocaína, valorados en cerca de seis millones de euros, y una pistola. En un Jeep Cherokee, sospechado de ser utilizado para una operación de transporte de droga, se encontraron más de 37 kilos de cocaína, valorados en cinco millones de euros.
La investigación del blanqueo de dinero comenzó tras el hallazgo casual de 48.750 euros en una papelera en el sótano de una cafetería en Majadahonda, Madrid, en la que Cameno se había encontrado con otra persona. Con el fin de reintegrar los fondos y ganancias obtenidas con el narcotráfico en la economía legal, Cameno contactaba con otras personas, que también han sido condenadas por haber intervenido en operaciones de ‘lavado’ del dinero obtenido por el narcotráfico.
Este caso pone de relieve la presencia y alcance de las redes de narcotráfico en España, así como la complejidad y sofisticación de las operaciones de blanqueo de dinero que se llevan a cabo para reintegrar las ganancias obtenidas a través de estas actividades ilegales en la economía legal.