
El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ha mantenido una conversación telefónica con el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, en la que ha reiterado el compromiso inquebrantable de los Estados Unidos con la defensa de Israel. Según un comunicado emitido por la Casa Blanca, Biden aseguró que bajo su dirección, y en apoyo a la defensa de Israel, las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos habían desplazado sus aviones y destructores lanzamisiles a la región la semana pasada. Este movimiento estratégico, según Biden, fue para estar en condiciones de interceptar naves iraníes.
El secretario de Defensa de los Estados Unidos, Lloyd Austin, en un mensaje separado, afirmó que las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos habían interceptado «docenas de misiles y drones». Austin también aseveró que los Estados Unidos no buscan un conflicto con Irán, pero que no dudarán en proteger a sus fuerzas y en apoyar la defensa de Israel.
El sitio web estadounidense Axios, que tiene una considerable influencia en Washington, informó que Biden también expresó a Netanyahu que los Estados Unidos no apoyarían una posible represalia israelí contra Irán. Sin la asistencia de los Estados Unidos, Israel no puede atacar las instalaciones militares o nucleares iraníes con garantías de éxito.
Este escenario se asemeja a la situación que se produjo hace 33 años, cuando Irak lanzó 42 misiles contra Israel, la mayoría de los cuales fueron interceptados por baterías ‘Patriot’ manejadas por soldados estadounidenses. En aquel entonces, dos ciudadanos israelíes murieron en los bombardeos.
Según algunos analistas, como Ian Bremmer, fundador y presidente de la consultora de riesgo político Eurasia Group, Irán eligió atacar a Israel principalmente con drones, que tienden a volar despacio y, por tanto, son blancos fáciles. Bremmer sugiere que este ataque se produjo en un momento en el que los Estados Unidos sabían que iba a ocurrir, renunciando así al factor sorpresa. La teoría es que Irán hizo esto para lanzar una señal al gobierno de Tel Aviv y a sus aliados, permitiéndole salvar la cara, pero sin exponerse a un ataque directo israelí.
Además de los destructores lanzamisiles, los Estados Unidos tienen varios buques de guerra en Oriente Medio, principalmente en misiones de protección de la navegación en el Mar Rojo y el Mar de Omán. Estos buques han estado bajo ataque constante de las milicias hutíes aliadas con Irán desde que comenzó la guerra en Gaza. Los Estados Unidos también tiene el portaviones nuclear Dwight D. Eisenhower en el área, junto con varias baterías de misiles anti-aéreos ‘Patriot’ y más de un centenar de cazas.
Biden ha convocado una reunión virtual del G-7 para analizar la situación. También se celebrará una reunión urgente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas a petición de Israel, que está programada para comenzar a las 4 de la tarde, hora de Washington (10 de la noche, hora peninsular española).
Este desarrollo en la política de defensa muestra que, a pesar de las tensiones en la región, los Estados Unidos siguen comprometidos con la defensa de sus aliados y están dispuestos a tomar medidas para asegurar su seguridad. Aunque no buscan un conflicto con Irán, no dudarán en tomar medidas para proteger sus fuerzas y apoyar a sus aliados en la región.