
El panorama desolador de la ciudad de Jan Yunis, al sur de la Franja de Gaza, se vuelve más sombrío con cada nuevo descubrimiento. En los últimos días, las autoridades de Gaza han estado descubriendo cuerpos en descomposición en las inmediaciones del hospital de Nasser, en una búsqueda que parece interminable.
Desde la retirada de las fuerzas israelíes de la zona, investigadores locales han tenido la oportunidad de explorar el terreno, encontrando tres fosas comunes con al menos 392 cadáveres. Según los trabajadores de la Defensa Civil de Gaza, algunos de los cuerpos estaban atados de manos y pies y habían sido disparados, lo que indica que podrían haber sido ejecutados.
El coronel Yemen Abu Suleiman, del equipo de trabajo, afirmó que no saben si «fueron enterrados vivos o ejecutados» debido a que «la mayoría de los cuerpos están en descomposición». Entre los fallecidos se han encontrado personas mayores, mujeres, niños y también cuerpos con batas azules, lo que podría indicar que algunos eran personal médico o pacientes del hospital. Hasta ahora, solo 165 cadáveres han sido identificados.
La Defensa Civil de Gaza, una unidad de los cuerpos de seguridad, ha solicitado a la ONU que investigue el caso como crimen de guerra. «Los hospitales tienen derecho a una protección muy especial según el derecho internacional humanitario. El asesinato intencional de civiles, detenidos y otras personas que están fuera de combate (es decir, que no participan en las hostilidades) son un crimen de guerra», aseguró el Alto Comisionado de la ONU en derecho humanos, Volker Türk, mostrándose «horrorizado» por las evidencias del caso.
Poco antes de sus declaraciones, Naciones Unidas pidió una «investigación independiente, eficaz y transparente«. Sin embargo, para llevarla a cabo se necesita acceso a la Franja de Gaza, bloqueado por Israel desde 2007, por lo que cualquier tipo de entrada en el enclave necesita el visto bueno de Tel Aviv.
La portavoz del Secretario General de la ONU, Stéphane Dujarric, alertó sobre la importancia de que todas las pruebas forenses estén bien preservadas. «¿Cómo se llevará a cabo esto? (la investigación independiente), no está claro en este momento», señaló ante la prensa.
Israel negó las acusaciones de que enterraron los cuerpos durante su ofensiva en el centro sanitario, calificándolas de «infundadas«. El Ejército israelí aseguró que durante la búsqueda de los 133 rehenes que siguen en manos de Hamas, desenterraron cadáveres en la zona del hospital para examinar si identificaban a alguno de los cautivos.
A principios de este mes, trabajadores de defensa civil descubrieron 381 cuerpos en varias fosas comunes en los alrededores del hospital Al Shifa, el mayor complejo hospitalario de Gaza, en una operación de búsqueda similar a la del hospital de Nasser. Una misión de la Organización Mundial de la Salud (OMS) accedió al hospital después del asedio israelí y describió el estado del centro como un «cascarón vacío», con la mayoría de edificios gravemente dañados y los equipos inutilizables.
Desde octubre, se han descubierto fosas comunes en 15 puntos de la Franja con un total de más de 2.500 cuerpos enterrados, según datos recogidos por el observatorio de derechos humanos Euro-Med. El hallazgo de estas fosas comunes resalta la trágica realidad de la Franja de Gaza y pone en primer plano la necesidad de medidas urgentes para prevenir más atrocidades y garantizar la justicia para las víctimas.