
El estadio de fútbol del Real Zaragoza, conocido como la Nueva Romareda, está listo para recibir un cambio radical. Con un gasto de más de 148 millones de euros, el estadio se prepara para una remodelación completa que permitirá una expansión de capacidad hasta 43.000 espectadores, cumpliendo con los criterios de la FIFA y posicionando a Zaragoza como una potencial sede para la Copa del Mundo de 2030.
Tras dos décadas de planeación para la renovación del estadio, el proyecto arquitectónico icónico finalmente se está concretando, según la alcaldesa de la ciudad, Natalia Chueca. Se espera que la remodelación transforme la Nueva Romareda en una «catedral del fútbol del siglo XXI» capaz de albergar una variedad de competencias nacionales e internacionales.
A pesar de las inevitables interrupciones causadas por la construcción, Chueca insiste en que siempre se garantizará la asistencia de entre 20.000 y 21.000 espectadores. Sin embargo, reconoce que ya están trabajando en diferentes alternativas para minimizar el impacto en los seguidores del club en caso de que sea necesario trasladar varios partidos a otra sede. En este sentido, el Real Zaragoza está en conversaciones con LaLiga para explorar un posible ‘Plan B’.
El diseño del nuevo estadio, llevado a cabo por la consultora IDOM, liderada por el arquitecto César Azcárate, será un símbolo para toda la ciudad y la comunidad autónoma. El estadio contará con cinco plantas sobre rasante y dos sótanos, donde se ubicarán los vestuarios, salas de prensa, despachos y varias áreas de Hospitality, una de las principales demandas de la FIFA para considerar la sede de la Copa del Mundo.
Además de los accesos a las gradas, las cinco plantas albergarán diferentes zonas VIP, una terraza 360 situada en el quinto nivel y salas flexibles para la realización de diferentes eventos no relacionados con el fútbol. Siguiendo el ejemplo de otros estadios deportivos como el Santiago Bernabéu, el ayuntamiento y el club esperan que la Nueva Romareda pueda albergar conciertos, congresos y otras actividades durante todo el año.
La fachada del edificio ha sido diseñada teniendo en cuenta el cierzo, el viento del noroeste que afecta a Zaragoza. Azcárate explica que «la figura exterior se erosiona dibujando formas cóncavas y convexas, proporcionando diversas perspectivas visuales al volumen y generando protección contra las corrientes del oeste y vistas al este». La cubierta, por su parte, cubrirá el 100% de la superficie de las gradas y se extenderá hacia el exterior del estadio.
El proyecto de construcción se divide en cinco fases y se extenderá durante los próximos cuatro años. La primera fase comenzará en julio de 2024 con la demolición de la antigua Gerencia de Urbanismo, el edificio «El Cubo» y la grada sur del actual estadio. Esta fase, que está en proceso de licitación, tiene un presupuesto establecido en 5 millones de euros.
Las fases posteriores implicarán la demolición y reconstrucción de la Tribuna Este, la Tribuna Preferente y el Gol Norte, respectivamente. La fase final de la construcción se centrará en la cubierta y otros elementos, con la inauguración de la Nueva Romareda prevista para el verano de 2028.