
El presidente de Guatemala, Bernardo Arvalo, tomó una decisión sin precedentes el pasado domingo al destituir a la ministra de Ambiente y Recursos Naturales, María José Iturbide. El motivo detrás de esta acción fue la revelación de que Iturbide estaba utilizando vehículos y personal de seguridad del Estado para fines personales de su hija, una noticia que fue destapada por el medio de comunicación Vox Populi.
El informe de Vox Populi mostró que la hija de Iturbide, Maria Fernanda Iturbide, estaba utilizando estos recursos del Estado para actividades personales, como ir al gimnasio, trasladarse con sus amigas, salir con su novio y pasear a sus perros. Ante esta revelación, la ahora ex ministra admitió en sus redes sociales que había asignado seguridad a su hija debido a un incidente ocurrido el pasado 14 de marzo, en el que María Fernanda había sido perseguida por un motorista.
A pesar de la admisión de Iturbide, el presidente Arvalo inicialmente decidió mantenerla en su cargo. En un comunicado, Arvalo hizo hincapié en que había hablado con Iturbide sobre su error y le había indicado que no debía volver a suceder. Sin embargo, después de una serie de críticas y protestas en respuesta a la publicación de la investigación periodística, Arvalo cambió de opinión y decidió destituir a Iturbide.
La decisión de Arvalo fue comunicada por el secretario general de la Presidencia, Juan Gerardo Guerrero, quien afirmó que la destitución de Iturbide era un esfuerzo para evitar cualquier duda sobre el compromiso de la administración de Arvalo con la tolerancia cero al mal uso de los recursos del Estado y la corrupción.
Además, Guerrero anunció que Arvalo había instruido a la Comisión Nacional Contra la Corrupción, un organismo creado en esta legislatura, para desarrollar directrices presidenciales para el uso de vehículos oficiales. Estas directrices, que se incorporarán al Código de Ética para funcionarios, buscan garantizar el uso responsable y ético de estos recursos del Estado.
Por su parte, la vicepresidenta del Ejecutivo de Guatemala, Karim Herrera, expresó su indignación personal por la situación en el Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales, calificándola de «inadmisible». Sin embargo, también afirmó que respeta la decisión tomada por el presidente Arvalo.
Arvalo, por su parte, hizo hincapié en que la destitución de Iturbide era una demostración de que su gobierno es diferente y subrayó que no tolerará prácticas que estén en desacuerdo con el comportamiento adecuado de los servidores públicos.
Este incidente se produce en un momento crítico para la administración de Arvalo, que está a punto de cumplir sus primeros 100 días en el poder. Arvalo asumió la presidencia el pasado 14 de enero con la promesa de sacar a Guatemala del «pantano de la corrupción». Este último incidente representa un desafío significativo para el presidente, quien ha hecho de la lucha contra la corrupción una de sus principales promesas de campaña.
Antes de su destitución, Iturbide había admitido estar consciente de los riesgos que conlleva su cargo y afirmó que estaba dispuesta a enfrentar las dificultades y presiones asociadas con el trabajo en favor de la protección del medio ambiente y los recursos naturales de Guatemala. A pesar de su destitución, Iturbide ha prometido continuar trabajando en favor del medio ambiente y los recursos naturales de Guatemala.