
La industria española está experimentando una disminución significativa en términos de empleo. Según la Encuesta de Población Activa (EPA), el empleo industrial en 2023 representó solo el 13.29% del total de empleos en el país, lo que marca un mínimo histórico. Desde 2019, solo el 2.4% de los nuevos puestos de trabajo creados en España pertenecen a este sector, es decir, 29.800 de los 1,22 millones de empleos generados.
El declive de la industria en España no es un fenómeno reciente. A finales de los años 90, el empleo industrial representaba el 20.5% del total, es decir, uno de cada cinco trabajadores estaba empleado en este sector. Sin embargo, esta cifra cayó al 15.8% en 2008 y, después de la Gran Recesión, continuó disminuyendo hasta alcanzar el 13.3% a finales de 2023, con 2,79 millones de empleados en la industria.
A nivel europeo, España se encuentra en el octavo lugar entre los países de la Unión Europea con la menor proporción de empleados en el sector industrial, según los datos de Eurostat. Solo Luxemburgo, Países Bajos, Malta, Grecia, Chipre, Francia y Dinamarca tienen una proporción menor de empleados en la industria. A nivel de la UE, la industria emplea al 15,4% de los trabajadores, siendo la República Checa el país con la mayor proporción, con el 27,5%.
A pesar de que el empleo industrial también ha disminuido en promedio en la UE, pasando del 19.9% en 2000 al 15,4% en 2023, la brecha entre España y la media comunitaria se ha triplicado durante este período, principalmente debido a los años posteriores a la pandemia.
Además de la disminución de la proporción de trabajadores en la industria, España también ha experimentado un descenso del 27% en el número de empresas industriales desde 2008, de acuerdo con datos recopilados por la consultora de selección Robert Walters. La mayoría de estas empresas son pequeñas y están distribuidas por todo el país. Solo hay 6.000 empresas industriales con más de 50 empleados, pero emplean a casi el 55% de los profesionales del sector.
La disminución del empleo industrial ha ido acompañada de una reducción en la contribución del sector al Producto Interior Bruto (PIB). Según los datos de Contabilidad Nacional del INE, el Valor Añadido Bruto de la industria, que se utiliza para medir el PIB, fue en 2023 un 1.1% menor que el nivel prepandemia y un 6.7% inferior al de 2007.
Aunque el PIB industrial en España ha fluctuado en consonancia con la media europea durante este siglo, la brecha se ha ido incrementando gradualmente, pasando de 1.9 puntos en 2000 a 3.8 puntos en 2023. Además, 2023 ha marcado un punto de inflexión en esta tendencia, ya que mientras que el Valor Añadido Bruto industrial en la media de la UE se mantuvo estable, en España experimentó un retroceso.
Esto ha ocurrido en un contexto en el que la inversión no ha logrado recuperarse y todavía se encuentra por debajo de los niveles precovid. «En España, la inversión todavía está 3 puntos por debajo del nivel de 2019, mientras que en el resto de Europa ha continuado creciendo. Esto es lo más preocupante de la economía española ahora mismo«, señaló Carlos Ocaña, director general de Funcas.
Guillermo Julio Sáez, responsable de Talento, Estudios de Mercado y Compensación de Robert Walters, subraya la importancia del sector industrial. En su opinión, las empresas industriales, especialmente las pequeñas y familiares, son fundamentales para la creación de valor añadido, inversión en capital e innovación, y para abrir las puertas del mercado global a regiones pequeñas. Sin embargo, advierte que estas empresas necesitan más apoyo y menos trabas burocráticas para aumentar su dinamismo y capacidad de inversión, lo que a su vez les permitirá atraer talento y mejorar su competitividad a nivel global.