
En un dramático giro de eventos, los abogados de la familia del fallecido cirujano colombiano, Edwin Arrieta, presentaron una solicitud de indemnización ante el tribunal de Samui, Tailandia, el viernes. La demanda está dirigida al español Daniel Sancho, acusado del supuesto asesinato de Arrieta. La suma solicitada asciende a 30 millones de bats, equivalentes a unos 760.000 euros.
Mettapon Suwancarern y Lak Wanin, los abogados tailandeses que representan a la coacusación, explicaron que la cantidad se calculó según el daño económico que la muerte de Arrieta ha causado a sus padres, cuya manutención dependía de él. Esta solicitud no es la primera, pues ya se presentó en la primera sesión del juicio el pasado 9 de abril. Sin embargo, se volvió a presentar ahora con la documentación traducida requerida por el juez antes de que el plazo de las acusaciones finalice el próximo martes.
La indemnización estimada por los abogados tailandeses es casi el doble de la cifra propuesta por el despacho Ospina Abogados, que representa a la familia Arrieta en España. Estos últimos habían cifrado la indemnización en 410.000 euros, o alrededor de 16 millones de bats.
Los abogados tailandeses admitieron que la cantidad se aumentó ante la posibilidad de que la defensa la rebatiera y el juez la redujera. Juan Gonzalo Ospina, del despacho Ospina Abogados, confirmó a Efe que la familia mantiene la reclamación de la cantidad inicial revelada en marzo. Dicha cantidad se calculó teniendo en cuenta las pérdidas y gastos que la muerte del cirujano, de 44 años, ha causado a su entorno.
Sin embargo, Ospina también sugirió que el cálculo de los abogados en Tailandia es «hipotético», ya que Sancho es insolvente y no tiene intención de indemnizar. En lugar de un pago, lo que la familia quiere es que se haga «justicia».
Apirchat Srinual, el abogado de oficio de Sancho, dijo que la defensa aún tiene que estudiar la solicitud y decidir si la rebatirá. Esto se da en el contexto de que los padres de Arrieta, Ana Marcela Arteaga y Leovaldo José Arrieta, de 76 años, recibían unos 900 euros al mes para sus gastos por parte de su hijo. La defensa señala que, desde su fallecimiento, han quedado en situación de pobreza.
Sancho, de 29 años, está siendo juzgado por el supuesto asesinato premeditado y descuartizamiento de Arrieta en la isla de Phangan, vecina a Samui, el pasado agosto. Aunque inicialmente confesó el crimen en la comisaría, Sancho luego se declaró no culpable, alegando que la muerte de Arrieta fue el resultado de un accidente durante una pelea.
Ambos se habían conocido a través de Instagram un año antes y habían acordado encontrarse el 2 de agosto en la isla tailandesa. El supuesto crimen ocurrió ese mismo día en una habitación de hotel. El caso sigue en curso, y se espera que el juicio continúe en las próximas semanas.