
En una reciente evolución de la controversia política y diplomática en torno a la popular plataforma de redes sociales, TikTok, la empresa matriz china, ByteDance, ha declarado que no tiene intención de vender, a pesar de la aprobación de una nueva ley en el Congreso de Estados Unidos. Dicha ley amenaza con prohibir la red social a menos que corte sus lazos con China.
Los legisladores estadounidenses han establecido un plazo de nueve meses para la venta de la plataforma. La justificación de este plazo es la creencia de que la plataforma podría ser utilizada por el gobierno chino para fines de espionaje y propaganda.
El sitio web especializado The Information informó que ByteDance había estado explorando escenarios para vender la aplicación sin su poderoso y secreto algoritmo que recomienda videos a sus más de mil millones de usuarios en todo el mundo. Sin embargo, la empresa tecnológica china ha negado estas afirmaciones.
«Las informaciones de medios extranjeros sobre ByteDance que expresan la venta de TikTok no son verdad», afirmó la empresa en su cuenta de Toutiao, una red social del grupo. «ByteDance no tiene ningún plan de vender TikTok», agregó.
Indudablemente, no es la primera vez que la plataforma se encuentra en el centro de la controversia. El expresidente estadounidense, Donald Trump, ya intentó prohibir la aplicación sin éxito. ByteDance ha negado repetidamente cualquier vínculo con el gobierno chino y ha asegurado que nunca ha compartido ni compartirá los datos privados de los usuarios estadounidenses con Pekín.
Además, ByteDance ha destacado su inversión de alrededor de 1.500 millones de dólares en el «Project Texas», un proyecto destinado a que los datos de los usuarios estadounidenses se almacenen dentro del país. A pesar de esto, los críticos sostienen que los datos solo son una parte del problema y exigen que el algoritmo, considerado el secreto de su éxito, también se desvincule de ByteDance.
El CEO de la plataforma, Shou Zi Chew, ha avanzado que la empresa llevará la ley a los tribunales. Sin embargo, algunos analistas creen que los motivos de seguridad nacional pueden tener más peso ante la Corte Suprema que la libertad de expresión.
Una venta forzada de la plataforma, cuyo valor se estima en miles de millones de dólares, presentaría grandes complicaciones. Empresas con recursos suficientes para enfrentar tal compra, como los gigantes tecnológicos estadounidenses Meta o Google, probablemente no podrían hacerlo debido a las normas de competencia y antimonopolio.
Para muchos inversores, el rasgo más valioso de TikTok es el algoritmo de recomendación de videos. Pero su venta necesita ser aprobada por Pekín, que declaró estos algoritmos como tecnología protegida después del intento de Trump de prohibir TikTok en 2020.
Hasta ahora, las autoridades chinas se han mostrado firmemente contrarias a una venta forzada de la plataforma y han advertido que tomarán todas las medidas necesarias para proteger sus empresas.
Aunque TikTok se ha convertido en un fenómeno global, solo representa una pequeña parte de los ingresos de ByteDance, según analistas e inversores. El grupo ha experimentado un crecimiento explosivo en los últimos años y se ha convertido en una de las empresas más valiosas del mundo.
Sus inversionistas internacionales, que incluyen firmas estadounidenses como General Atlantic y SIG y la japonesa SoftBank, han invertido miles de millones de dólares en la empresa.
«TikTok EEUU es una parte muy pequeña del negocio global. Es una parte emocionante de la historia, seguro, pero (…) en relación con el tamaño total, es una parte muy pequeña», dijo un inversor del grupo, Mitchell Green de la estadounidense Lead Edge Capital, a la cadena CNBC. «Si la expulsan de Estados Unidos, no venderemos», afirmó.