
En un movimiento político poco común en los recientes tiempos de polarización, la Cámara de Representantes de Estados Unidos ha logrado un acuerdo bipartidista para impulsar un importante paquete de ayudas a Ucrania e Israel, dos naciones actualmente involucradas en situaciones de conflicto que podrían tener consecuencias significativas para la estabilidad geopolítica global. El voto, que resultó en 316 a favor y 94 en contra, mostró un apoyo más fuerte de parte de los demócratas (165) que de los republicanos (151) en una cámara de mayoría conservadora. Este resultado es un importante respaldo a la votación final que se espera para el sábado, después de varios meses de retrasos y negociaciones intensas entre los dos principales partidos políticos del país.
El presidente de la Cámara Baja, Mike Johnson, logró un apoyo crucial de la bancada progresista para superar la férrea oposición de la facción más radical de su propio partido. Este apoyo será esencial para las votaciones del sábado en las que se decidirán cuatro medidas, entre las que se incluyen el urgente paquete de ayuda para Ucrania, que necesita desesperadamente armamento y municiones para detener el avance de las tropas rusas, y la inyección de capital destinada a fortalecer los sistemas de defensa de Israel en medio de su escalada militar con Irán.
Si las medidas superan el obstáculo de la Cámara de Representantes, llegarán al Senado, controlado por los demócratas, un paquete de ayudas que asciende a 95.000 millones de dólares. En el caso de Ucrania, estas ayudas podrían ayudar a cambiar el curso de la guerra en el este de Europa. Además, representaría un logro personal para el presidente Biden, quien ha estado presionando al Congreso durante semanas para desbloquear el acuerdo.
«El mundo está observando lo que hace el Congreso. Aprobar esta legislación enviará un poderoso mensaje sobre la fuerza del liderazgo estadounidense en un momento crucial», afirmó la oficina de presupuesto de la Casa Blanca en un comunicado, respaldando el paquete de la Cámara. «La Administración insta a ambas Cámaras del Congreso a enviar rápidamente esta financiación suplementaria al escritorio del Presidente».
El miércoles, el presidente Biden insistió en la necesidad de acelerar el proceso en respuesta a las constantes solicitudes de ayuda del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski. «La Cámara debe aprobar el paquete esta semana y el Senado debería seguirlo rápidamente», dijo el mandatario. «Promulgar esto como ley de inmediato para enviar un mensaje al mundo: apoyamos a nuestros amigos y no permitiremos que Irán o Rusia tengan éxito».
Después de 25 meses de guerra, la falta de recursos y armamento de las fuerzas ucranianas está empezando a inclinar la balanza a favor de Rusia. El viernes, un bombardeo en la región de Dnipropetrovsk, al sur de Ucrania, dejó ocho muertos. Zelenski volvió a insistir en la necesidad de recibir ayuda internacional. «Nuestros socios tienen las capacidades necesarias» para asistirles, indicó.
Sin embargo, en Washington la situación se ha complicado aún más, con un escenario bipartidista fragmentado por la resistencia del ala más radical del bando republicano, decidida a sabotear cualquier acuerdo que pueda favorecer los intereses de Biden y que no adopte una política de cero tolerancia con los inmigrantes indocumentados que cruzan la frontera desde México.
Para Johnson, el líder forzado del grupo, ha sido una especie de encrucijada, consciente de que apoyar el paquete de ayuda a Ucrania podría costarle su puesto. Lo dejó claro en unas declaraciones a Newsmax el pasado jueves. «Sólo controlamos una cámara, y yo apenas tengo control sobre ella», dijo, explicando por qué no podía incluir medidas de inmigración en el paquete, como algunos querían. «El Senado no hará avanzar nuestra legislación y el presidente no la firmará», lo que explica que necesitaba, por necesidad, el apoyo de los demócratas. Johnson se ha visto obligado a ceder.
Después de días de agonía sobre cómo proceder, el congresista por Louisiana optó por votar por tres paquetes de ayudas, incluyendo 61.000 millones de dólares para el frente ucraniano, 26.000 millones para las fuerzas armadas israelíes y 8.000 para los aliados de Estados Unidos en la región del Indo-Pacífico, además de otras propuestas en materia de asuntos exteriores, reservadas para un cuarto paquete. Incluiría una propuesta de ley para confiscar activos congelados del banco central ruso para reconstruir Ucrania, la imposición de sanciones a Irán, Rusia, China y las organizaciones criminales que trafican con fentanilo, y prohibir potencialmente TikTok en EEUU si su propietario con sede en China no vende su participación en el plazo de un año.
Las cantidades para Ucrania e Israel cuentan, en principio, con el visto bueno del Senado, aunque no se descarta que pueda haber modificaciones a su paso por la Cámara Alta.