
En las últimas semanas, grandes bancos de inversión internacionales han adquirido participaciones en el capital de Grifols, una compañía farmacéutica en tiempos turbulentos. Aunque a primera vista, esto podría parecer un respaldo a la compañía, la realidad parece ser que estos bancos están buscando obtener beneficios. Entre estas entidades financieras se encuentran Goldman Sachs, Capital Group, JP Morgan Chase & Co, BlackRock, el multimillonario Chris Rokos a través de su fondo global y el hedge fund británico Melqart AM, que en conjunto controlan el 21,22% del capital de Grifols.
Sorprendentemente, de este porcentaje, el 15,5% está prestado a terceros a través de instrumentos financieros, según la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). El préstamo de valores es una práctica común entre los grandes actores del mercado financiero. Un banco de inversión compra acciones y decide alquilarlas temporalmente a un tercero que las devolverá en el futuro. De este modo, el banco que presta las acciones obtiene beneficios al cobrar intereses y recupera la totalidad de sus títulos. Sin embargo, es bastante común que este tercer inversor sea un bajista.
Estas seis entidades han prestado a otros inversores alrededor de 66 millones de acciones, que a los precios actuales de cotización de Grifols equivalen a algo más de 820 millones de euros, un 15,5% de su capitalización. La compañía ha cerrado la semana con una capitalización por encima de los 5.300 millones de euros, a pesar de la refinanciación de su deuda en 2025 a través de la emisión de bonos senior y de destinar los 1.800 millones de la venta de Shanghai Raas a Haier para amortizar también los 2.800 millones de euros de deuda que vencerán el próximo año. Desde que la firma neoyorquina de Gotham City publicó un informe demoledor para Grifols, sus acciones asumen pérdidas del 40%.
A pesar de que la compañía finalmente presentó sus cuentas auditadas por KPMG, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) aún tiene pendiente decidir si sanciona o no a Grifols por una veintena de puntos que destacó en su informe. Esta decisión podría tardar varios meses en producirse.
Entre los nuevos accionistas, Goldman Sachs se ha convertido en el mayor accionista de Grifols detrás de las participaciones que tiene la familia a título particular y entre distintas sociedades. El banco de inversión ha adquirido muchas acciones a través de diversos derivados, además de un préstamo de valores por el 1,8% del capital. En total, Goldman posee más de 26,6 millones de acciones, de las cuales 19,5 millones están alquiladas a terceros y solo conserva en su poder 7,1 millones de títulos de la firma catalana.
El mismo día que Goldman Sachs entró en el capital, Chris Rokos hizo lo mismo a través de su fondo Rokos Global Macro Master Fund, con sede en las Islas Caimán. Su participación, del 1,137%, se hizo íntegramente a través de derivados con 4,8 millones de acciones prestadas a terceros. El fondo oportunista Melqart también ha optado por esta fórmula y afloró el pasado 7 de marzo una posición del 1,12% a través de instrumentos financieros.
Capital Group, la mayor gestora independiente del mundo, ya acaparó titulares a principios de año por prestar parte de sus acciones a los bajistas, un punto que jamás confirmó. En este momento, mantiene desde mediados de marzo un porcentaje del capital estable del 4,55%, del que dos tercios están en manos de terceros. Son más de 11,3 millones de acciones, probablemente, en manos de los bajistas. En estos momentos, solo figuran cuatro nombres propios que tienen abiertas posiciones en corto en Grifols por un total del 2,35% del capital de la compañía. Se trata del conocido bajista Marshall Wace, Janus Henderson UK, Millenium International Management y AKO Capital, entre los cuales se reparten casi a partes iguales este porcentaje.
En aquellos días de marzo, coincidiendo con la presencia de los cortos, BlackRock actualizó su posición. Tiene el 4,3% de Grifols, del que algo más de la mitad está prestado en el mercado con cerca de 9,87 millones de acciones. La participación de JP Morgan es algo inferior, con un 3,8%, aunque prácticamente todo está en derivados (swaps, que son contratos entre dos partes) y un porcentaje muy pequeño prestado. En total, el banco estadounidense ha compartido más de 15,6 millones de acciones de Grifols con el mejor postor.