
El sábado 13 de abril de 2024, en un ataque sin precedentes para una región que ha estado en estado de agitación desde el pasado 7 de octubre, Irán inició un masivo ataque de drones explosivos contra Israel desde su propio territorio. Este ataque sorprendió a muchos ya que se esperaba que se realizara a través de sus milicias en Líbano, Iraq, Siria y Yemen.
Los sistemas defensivos israelíes se activaron para monitorear las oleadas de drones y a medianoche comenzaron a derribar algunos en la zona de Siria. Si los aparatos aéreos iraníes logran eludir el sofisticado escudo defensivo israelí, apoyado por los sistemas estadounidenses en la región, llegarán a territorio israelí en plena madrugada. Según diversas fuentes, el ataque incluyó más de 100 drones y varios misiles de crucero.
«Hace poco Irán lanzó aparatos no tripulados desde su territorio contra el territorio del Estado de Israel», anunció el portavoz del Ejército, Daniel Hagari poco antes de que Irán confirmara el ataque de represalia por un ataque israelí contra importantes comandantes de la Guardia Revolucionaria el pasado 1 de abril en Damasco.
En un intento de calmar a su población, Hagari añadió: «El sistema defensivo antiaéreo se encuentra en máxima alerta y al mismo tiempo los cazas de combates y buques de la Fuerza Naval se encuentran ahora en misión defensiva». «La defensa no es hermética, por lo que es importante obedecer las instrucciones de Protección Civil», añadió Hagari, recordando a muchos israelíes el ataque de Scuds de Iraq en la guerra del Golfo en los años 90.
El ataque, que según fuentes israelíes y estadounidenses incluye decenas de drones explosivos, llega tras casi dos semanas de tensa espera en Israel y en la región ante las amenazas de represalia de Irán por la muerte de siete oficiales de la Guardia Revolucionaria en un ataque aéreo israelí en Damasco. «El régimen del mal cometió un error y debe ser castigado, y lo será», afirmó el líder supremo de Irán, el Ayatolá Ali Jamenei, uniéndose a las vehementes promesas de venganza de los jefes del Ejército y la Guardia Revolucionaria.
Con el espacio aéreo cerrado y todas las actividades escolares anuladas, el gabinete de seguridad se encuentra reunido de urgencia en la sede de Defensa en Tel Aviv. «Estamos preparados para cualquier escenario, tanto en materia de defensa como de ataque», afirmó el primer ministro Benjamín Netanyahu, que añadió un mensaje repetido estos días en su país: «Quien nos hace daño, le hacemos daño».
Reflejo de la preocupación y el temor a que el ataque de Irán contra Israel fuera este sábado por la noche, Jordania decidió horas antes cerrar temporalmente su espacio aéreo a partir de este sábado por la noche mientras el presidente estadounidense Joe Biden decidió acortar su descanso del fin de semana en Delaware para mantener reuniones con sus asesores de seguridad nacional en la Casa Blanca.
Los rotundos avisos de Biden, acompañados por el refuerzo de las capacidades defensivas de EE.UU en la región, no lograron frenar el ataque tan ampliamente anunciado por Irán. De hecho, su objetivo al menos era evitar un ataque directo desde su propio territorio para limitarse a un ataque a través de sus milicias en la región. Teherán ha optado por el escenario que más acerca la guerra con su gran enemigo.
La cadena de avisos de Irán y contraavisos de Israel elevaron la temperatura ya elevada en una región en convulsión desde el ataque yihadista de Hamas del pasado 7 de octubre y la masiva respuesta militar convertida en una devastadora guerra.
Una primera muestra del inicio del ataque fue el asalto protagonizado este sábado por la mañana por fuerzas especiales marítimas de la Guardia Revolucionaria a «un portacontenedores llamado MCS Aries en una operación realizada con un helicóptero cerca del estrecho de Ormuz» y que llevaron a sus aguas territoriales.
Se trataba de un barco que, según la agencia iraní, tiene «pabellón portugués, operado por la empresa Zodiac y perteneciente al capitalista sionista Eyal Ofer», en alusión a un conocido empresario israelí cuyas embarcaciones han sido atacadas en el pasado por Irán y sus fuerzas afines en una zona estratégica del comercio marítimo mundial.
«El régimen de los ayatolás de (el líder iraní Al) Jamenei es un régimen criminal que apoya los crímenes de Hamas y ahora lleva a cabo una operación pirata que viola el derecho internacional», dijo el ministro de Exteriores israelí, Israel Katz. «Hago un llamamiento a la Unión Europea y al mundo libre que declaren inmediatamente al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria iraní como organización terrorista y que sancionen a Irán», añadió.
Irán, por su parte, afirma que tiene «derecho a la defensa» y por tanto a responder al ataque israelí que llama «crimen» y «violación del Derecho Internacional». Antes de lanzar el ataque, varios portavoces y medios iraníes destacaron este sábado «el pánico creado en el ente sionista» ante la anunciada represalia. Una represalia que llegó con efectos imprevisibles para los dos países y toda la región.