
Imanol Pradales Gil, nacido en Santurtzi en 1975, celebró recientemente su cumpleaños de una forma muy especial. El joven candidato del PNV dio comienzo a su día con el canto tradicional de cumpleaños, Zorionak Zuri, entonado por su esposa Laura y su hija de casi tres años. Cuando la noche caía, los dirigentes nacionalistas le cantaron el Ari, ari, Imanol lehendakari en la sede de Sabin Etxea en Bilbao. Fue un día de felicidad y alegría, especialmente para los afiliados del PNV que, al igual que él, han crecido con la doctrina del nacionalismo creada por Sabino Arana.
Imanol Pradales es descrito como un político distante y frío al principio, pero es conocido por abrirse y conectar con las personas después de un breve período de tiempo. Esta frialdad inicial no es evidente cuando está con su gente. Su familia, incluyendo a su pareja, su hija, su madre, sus tres hermanos y cuñados, han estado a su lado desde que el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, le propuso ser el candidato a lehendakari en noviembre de 2023.
Pradales es un militante nacionalista sin fisuras. En su primer acto público en Durango como candidato oficial, puso en valor la importancia de su madre. En la clausura de la campaña en Bilbao, Pradales detalló el fuerte vínculo emocional y político con su padre, recordando que su aita (padre en euskera) fue ertzaina del partido.
A pesar de sus humildes orígenes, Pradales estudió en la Universidad privada de Deusto gracias a una compensación económica recibida por su abuelo. Después de obtener su doctorado en Sociología, Pradales fue profesor en la universidad de los jesuitas hasta 2007. Posteriormente, el PNV le abrió las puertas de Bizakia Xede (luego Bizkaia Talent), una asociación sin ánimo de lucro impulsada por la Diputación de Vizcaya para la captación del talento.
Desde 2011, Pradales ha trabajado en la Diputación de Vizcaya como responsable de las grandes infraestructuras. Aunque inicialmente estuvo a la sombra del ex diputado general vizcaíno Unai Rementeria, el sucesor natural de Urkullu, Pradales ha logrado forjar su propia identidad. Aunque su imagen pública pueda recordar a la de Urkullu, Pradales no quiere ser como él.
Con este panorama, Imanol Pradales Gil se posiciona como una figura prominente en el contexto político vasco. Su compromiso con el nacionalismo, su conexión con la gente y su experiencia política le han permitido ganarse el respeto y la confianza de muchos. A medida que continúa su camino hacia el liderazgo, no cabe duda de que seguirá haciendo valer sus convicciones y trabajando por el bienestar de los vascos.