
En un desafortunado incidente ocurrido en la región de Pastaza, en el Amazonas ecuatoriano, cinco militares y tres civiles perdieron la vida al estrellarse un helicóptero que transportaba ayuda humanitaria. Este devastador accidente ha dejado a las comunidades locales en estado de duelo, ya que las víctimas estaban en una valiosa misión de llevar ayuda a los que más la necesitaban.
El helicóptero llevaba a bordo a ocho personas, incluyendo a tres civiles, funcionarios de la Secretaría de Gestión de Riesgos. Estos individuos estaban en camino a proporcionar ayuda a las comunidades más afectadas por las inundaciones en la región, particularmente a los apartados pueblos indígenas waorani.
La región ha estado lidiando con inundaciones severas debido a la creciente de los ríos, lo que ha llevado a una necesidad urgente de ayuda humanitaria. El alcalde Andrés Granda expresó su profundo pesar por la pérdida de estas vidas, afirmando que la ciudad de Pastaza estaba de luto y que honrarían sus memorias.
El helicóptero del Ejército estaba tripulado por los dos pilotos, el mayor Andrés Octavio Sierra y el teniente Jaime Fernando Cordones, junto al sargento Leonardo Gutiérrez y los dos mecánicos, los cabos Cristian Morales y Édgar Montesdeoca. Los civiles fallecidos son la ingeniera Katya Aragón de la Secretaría de Riesgos; el técnico municipal Erick Reyes y el dirigente waorani Diego Ima, teniente político de Curaray.
La noticia de la desaparición del helicóptero en horas de la mañana provocó una inmediata operación de búsqueda por parte del Ministerio de Defensa. Desafortunadamente, unas horas más tarde, se confirmaron los peores temores cuando se encontró la aeronave siniestrada.
Debido a las inclemencias del tiempo en la región del Amazonas ecuatoriano, los cuerpos de las víctimas no serán extraídos del helicóptero siniestrado hasta la mañana del sábado. La difícil geografía y las condiciones climáticas adversas han complicado las operaciones de rescate y recuperación.
El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, también expresó sus condolencias por la tragedia. En un comunicado, el presidente lamentó profundamente el trágico accidente que sufrieron los militares y los servidores públicos que estaban llevando a cabo una «misión heroica» de brindar ayuda humanitaria a las comunidades afectadas por las inundaciones.
Este incidente pone de relieve los riesgos a los que se enfrentan los trabajadores humanitarios en su labor de prestar asistencia a las comunidades en necesidad. A pesar de los peligros, estas personas están dispuestas a poner sus vidas en la línea para ayudar a los demás.
La tragedia ha dejado un sentimiento de profunda tristeza en todo Ecuador, con las banderas ondeando a media asta en señal de duelo. La comunidad de Pastaza, en particular, está de luto por la pérdida de estos individuos que estaban trabajando para ayudar a las comunidades más necesitadas en su tiempo de necesidad.
Los ocho individuos que perdieron sus vidas en esta tragedia serán recordados como héroes que estaban dispuestos a arriesgar sus vidas para ayudar a los demás. Su valentía y dedicación al servicio de los demás no será olvidada.