
El proyecto humanitario de la Flotilla de la Libertad que tiene como objetivo romper el bloqueo israelí y llevar ayuda humanitaria a Gaza, se ha encontrado con un nuevo obstáculo que retrasa de manera indefinida su salida. La flotilla, que se esperaba que zarpara este viernes desde Estambul, ha sido frenada por presiones internacionales lideradas por el gobierno israelí, según los organizadores de la misión.
El buque principal de la misión, el Akdeniz (Mediterráneo en turco), que transportará a los 300 activistas, vuela la bandera de Guinea Bissau, un país que tiene jurisdicción sobre el barco y es responsable de la inspección para garantizar que puede navegar de forma segura. Israel ha solicitado una revisión a las autoridades del país africano, causando un retraso indefinido en el proyecto humanitario.
La flotilla de la libertad ha estado preparándose durante semanas para esta misión, pero se ha enfrentado a constantes presiones y amenazas por parte de Israel. «Los barcos están listos, pero una y otra vez Israel ha presionado a todos los niveles, amenazando con atacar a la flotilla y presionando a diferentes gobiernos para impedir su salida», declaró Ada Colau, ex alcaldesa de Barcelona y líder de En Comú.
Debido a esta «táctica de desgaste», los cargos públicos españoles que forman parte de la flotilla, incluyendo a Martina Velarde, diputada de Podemos, Nerea Fernández, diputada autonómica de IU/PCE por Extremadura, y Nicolás Sguiglia, concejal de Con Málaga, han decidido regresar a España temporalmente para continuar con sus obligaciones, con la intención de regresar y zarpar una vez que la embarcación obtenga todos los permisos necesarios.
Colau también destacó la impunidad de la que goza Israel, gracias a la complicidad de algunos gobiernos occidentales, como Estados Unidos. «Estamos acostumbrados a ver una violación sistemática de los derechos humanos, un desprecio hacia la ONU, y ahora también se dirigen contra la Flotilla de la Libertad», lamentó.
El proyecto ha estado plagado de incertidumbre durante días debido a los múltiples retrasos atribuidos a problemas técnicos y presiones internacionales. Se esperaba que la flotilla partiera el pasado domingo, luego se pospuso al martes y finalmente a este viernes, que se ha retrasado de forma indefinida.
Nerea Fernández, diputada autonómica, reafirmó el compromiso de la misión, señalando que el bloqueo constante de Gaza por parte de Israel es lo que es ilegal, no la Flotilla de la Libertad. Actualmente, las dos embarcaciones de pasajeros siguen en el puerto de Tuzla, a las afueras de Estambul, mientras que el barco de carga con las 5.500 toneladas de ayuda humanitaria permanece a la espera en el puerto de Alejandreta, cerca de la frontera con Siria.
Los representantes de la coalición revelaron la noticia en una reunión con los pasajeros que se preparaban para partir. Frente a la incertidumbre de la nueva inspección del buque, están buscando alternativas para poder navegar y llevar la ayuda humanitaria a Gaza. Algunas de las opciones que se están considerando incluyen partir desde otro puerto o incluso desde otro país.
«Estas presiones son una señal de que Israel se siente políticamente intimidado por nosotros«, dijo Ann Wright, una exmilitar y exdiplomática estadounidense que ha participado activamente en diversas flotillas con el objetivo de alcanzar el enclave palestino durante los últimos quince años. «No esperábamos una inspección de este tipo, pero Guinea Bissau es el país que posee esa bandera (en el barco) y debemos aceptarlo», concluyó.