
El panorama político español fue sacudido recientemente por la decisión del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de tomar un paso atrás y reflexionar sobre su futuro en el cargo. Esta decisión, que tomó por sorpresa a muchos, ha generado un sinfín de interrogantes y ha dominado la agenda política de todos los partidos, especialmente en medio de la campaña catalana.
El anuncio de Sánchez ha sido recibido con críticas y reproches por parte de la derecha política, a la que el presidente acusa de propagar difamaciones en su contra. Se le reprocha a La Moncloa el haber optado por el silencio y la victimización, en lugar de la transparencia, especialmente después de que un juzgado iniciara una investigación en contra de su esposa, Begoña Gómez.
Alberto Núñez Feijóo, líder de la oposición y presidente del Partido Popular, ha expresado su incredulidad ante la decisión de Sánchez. En su intervención en Onda Cero, Feijóo acusó al presidente de intentar politizar lo que según él es un asunto judicial. Según Feijóo, Sánchez está tratando de trasladar a los partidos políticos la responsabilidad de un problema que realmente corresponde al Gobierno.
Feijóo también criticó la inacción de Sánchez durante los cinco días posteriores a la decisión, un período de tiempo que calificó de «delicado». A pesar de esto, insistió en la importancia de permitir que la justicia haga su trabajo. En palabras de Feijóo, lo que realmente importa es la democracia española y la política limpia.
Por su parte, Cuca Gamarra expresó que en lugar de desaparecer durante cinco días, el presidente debería dar una explicación bien fundamentada sobre los escándalos que rodean a su partido, a su gobierno y a su pareja. Otros dirigentes y barones del Partido Popular interpretaron la acción de Sánchez como una maniobra táctica, con Fernando López Miras de Murcia describiéndolo como tal y Carlos Mazón de Valencia sugiriendo que Sánchez tiene un as en la manga.
En el cuartel general de Vox, el partido liderado por Santiago Abascal, la decisión de Sánchez fue recibida con escepticismo. Desde su punto de vista, Sánchez no está considerando renunciar, sino que está utilizando esta situación como una estrategia de victimización. Abascal, desde Hungría, acusó a Sánchez de ser el «señor X» de todas las tramas de corrupción que han saqueado las arcas públicas.
Por otro lado, los aliados del PSOE han mostrado su apoyo al presidente en estos momentos difíciles. Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda y líder de Sumar, expresó su apoyo a Sánchez. Ione Belarra de Podemos también manifestó su solidaridad, argumentando que entienden lo que significa el «lawfare». Gabriel Rufián, diputado de ERC en el Congreso, también expresó su apoyo a Sánchez.
La decisión de Sánchez de reflexionar sobre su futuro ha generado un terremoto en la política española, con una variedad de reacciones y opiniones. A pesar de las críticas, sus aliados han mostrado su apoyo y solidaridad. Sin embargo, los próximos días serán cruciales para determinar el futuro político de Sánchez y cómo este episodio influirá en la política española.