
El escenario político español se vio recientemente agitado por un enfrentamiento entre Alberto Núñez Feijóo y Pedro Sánchez. Este encuentro tuvo lugar tras las elecciones vascas y antes de las próximas elecciones en Cataluña, creando así una atmósfera política cargada.
Este enfrentamiento verbal se produce en medio de informaciones salpicadas en los medios de comunicación sobre el caso del novio de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, y los negocios de la esposa del presidente del Gobierno. Todo esto se suma a las comparecencias en las comisiones de investigación del Congreso y del Senado sobre la trama Koldo y los contratos fraudulentos de venta de material sanitario durante la pandemia.
En este contexto en el que se funden campañas electorales y corrupción, el líder del PP, Feijóo, felicitó al PNV por su victoria en las elecciones y a Sánchez por el resultado de Bildu. Feijóo plantea un desafío a Sánchez al preguntar si lo que los socialistas dijeron en campaña sobre Bildu era una mentira más o si por el contrario el Gobierno va a romper sus pactos con la formación abertzale.
En respuesta, Sánchez asegura que él «escucha» a los vascos y se apropia del resultado de las urnas afirmando que «nueve de cada diez vascos» apoyaron la política que él está desarrollando junto a sus aliados. Asegura que su gobierno venció en las urnas por un margen de nueve a uno.
Feijóo, por su parte, reitera que un partido «con el pasado terrorista» que ha tenido Bildu no se merece que un presidente del Gobierno brinde por su victoria, al tiempo que «trata mal» a la oposición constitucionalista. Afirma que en Galicia, el País Vasco y Cataluña, el gobierno de Sánchez favorece a los independentistas. Además, critica a Sánchez por ser «irrelevante» a nivel territorial, ya que el PP gobierna en la mayoría de las CCAA.
Sánchez recalca que nueve de cada diez votantes en Euskadi apoyaron las políticas del bloque que respalda a su Gobierno. En esa cuenta entran no sólo los electores del socialismo, sino también los del PNV, Bildu y Sumar. Según Sánchez, su Gobierno «escucha a los que ustedes no escuchan, a los pensionistas, a los trabajadores y a la patronal o al feminismo». Contrapone su gobierno a la derecha radical y a los intereses minoritarios que según él, son los únicos que escucha el PP.
Sánchez también respondió a las preguntas del portavoz de ERC, Gabriel Rufián, acerca de la confianza que tiene en la justicia, afirmando: «Incluso en un día como hoy, sí, sigo creyendo en ella». Esta declaración se produce en el contexto de la apertura de diligencias contra su mujer, Begoña Gómez, en el juzgado número 41 de la Audiencia Nacional, para investigar un presunto tráfico de influencias en beneficio de empresas que patrocinaban su negocio en el IE Africa Center.