
La menopausia, esa etapa inevitable en la vida de todas las mujeres, se asocia a menudo con el envejecimiento y la pérdida de la juventud. Sin embargo, para algunas mujeres, el advenimiento de la menopausia es una espera insoportablemente larga y llena de ansiedad. La menopausia tardía, que ocurre después de los 55 años, puede ser una experiencia frustrante y solitaria.
Rosa, una de las muchas mujeres que han experimentado la menopausia tardía, describe su experiencia de padecer los síntomas del ciclo menstrual mucho más allá de la edad promedio en que la mayoría de las mujeres dejan de menstruar. A los 54 años, Rosa todavía se encuentra lidiando con los dolores de ovarios, los granos premenstruales y los cambios de humor que acompañan a su ciclo menstrual, mientras que sus amigas ya han pasado este hito biológico.
Lola Bonilla, otra mujer que experimentó la menopausia tardía, también habla de la frustración y la incomodidad de tener que cambiar las compresas constantemente, incluso después de pasar la marca de los 50 años. Bonilla relata cómo tenía que lidiar con los sangrados irregulares, los dolores y el cansancio asociados con su período, a pesar de su avanzada edad.
La menopausia tardía no es un fenómeno común. Según la doctora Luciana Bergamaschi, directora médica de Máxima, un centro especializado en menopausia en Barcelona, solo afecta a un 2-3% de las mujeres. Sin embargo, este pequeño porcentaje de mujeres a menudo se encuentra lidiando con una serie de síntomas incómodos y molestos.
La doctora Marta Sánchez-Dehesa, especialista en Ginecología y Obstetricia, explica que la menopausia tardía puede estar influenciada por una serie de factores, incluyendo la genética y el estilo de vida. El sobrepeso, por ejemplo, puede prolongar la menopausia ya que el tejido adiposo puede producir estrógenos.
Aunque la menopausia tardía puede tener algunos beneficios, como un menor riesgo de osteoporosis y enfermedades cardiovasculares, también puede presentar desventajas. Los sofocos, los sudores nocturnos, los cambios de humor y los trastornos del sueño pueden ser más intensos y prolongados en estas mujeres, señala la doctora Sánchez-Dehesa.
La doctora July James, ginecóloga especializada en Ginecología Regenerativa y sexóloga del Hospital San Rafael de Madrid, insta a las mujeres que experimentan menstruaciones después de los 55 años a buscar atención médica. Estas mujeres pueden correr un mayor riesgo de anemia, fatiga, dolores de cabeza, depresión y cáncer de mama.
Para aliviar los síntomas de la menopausia tardía, la doctora Sánchez-Dehesa sugiere incorporar alimentos ricos en fitoestrógenos a la dieta, así como evitar el picante, la cafeína y el alcohol. El ejercicio físico también puede ser beneficioso, especialmente el yoga y la meditación para manejar el estrés y los cambios de humor.
La doctora James también sugiere ejercicios de fuerza para desarrollar la masa muscular y controlar los síntomas de la menopausia tardía. Mientras tanto, para las mujeres que experimentan disminución de la libido y otros síntomas que afectan al área genitourinaria, existen tratamientos hormonales disponibles.
La menopausia tardía puede ser una experiencia difícil y frustrante para muchas mujeres. Sin embargo, con el cuidado y la atención adecuados, es posible manejar sus síntomas y vivir una vida saludable y plena incluso después de los 50 años.