
El pasado viernes se llevó a cabo un partido crucial de baloncesto en Europa donde el FC Barcelona, liderado por el talentoso Jabari Parker, jugó contra el Olympiacos en los cuartos de final de la Euroliga. Parker, anotando 24 puntos, fue el autor de una gran victoria para el Barcelona, igualando la serie antes de que la eliminatoria se traslade a Grecia la próxima semana para disputar los dos próximos partidos.
El Barcelona mostró una impresionante defensa y agresividad en el rebote, logrando dominar el marcador desde el primer cuarto con un resultado de 27-14, resistiendo el intento de remontada de los visitantes con un marcador de 54-55 en el minuto 28. La victoria se aseguró en el último cuarto gracias a la solidez del equipo y al excelente rendimiento de Parker y Alex Abrines.
El entrenador del Barça, Grimau, tomó la decisión de alinear de inicio a Ricky Rubio en lugar de Tomáš Satoranský. Rubio, como base catalán, alimentó las canastas de Nicolás Laprovittola, Jan Veselý y Parker en un tramo inicial de mucho acierto. El Olympiacos respondió con una actuación destacada de Alec Peters, quien anotó los primeros ocho puntos del equipo griego.
A diferencia del primer partido de la serie que terminó con una victoria para el Olympiacos con un marcador de 75-77, el Barcelona mostró una impresionante atención defensiva y despliegue físico. Los catalanes lograron anular el juego de pases del conjunto ateniense, quienes fallaron en triples, permitiendo al Barça correr y dominar el marcador en el primer cuarto.
Parker, quien fue el máximo anotador del primer asalto con 11 puntos, junto a Willy Hernangómez, encontraron en el rebote ofensivo una estrategia ganadora. Sin embargo, el conjunto heleno ajustó su defensa en el segundo cuarto y recortó distancias gracias a la potencia de Shaquielle McKissic que logró 10 puntos en ese periodo.
Ante el intento de remontada del Olympiacos, la salida de Nikola Kalinić cortó la fuga y el impulso ofensivo de Veselý permitió al Barcelona mantener la ventaja al descanso con un 43-37. A pesar del esfuerzo griego tras la reanudación, el Barcelona se sobrepuso con una defensa zonal y volvió a liderar el marcador gracias a la inspiración de Nigel Williams-Goss que anotó ocho puntos consecutivos.
El momento de Parker llegó en el último cuarto, donde el Barcelona comenzó negado en el tiro, pero mantuvo la calma antes de abrir brecha con dos triples de Parker y Abrines, seguidos por una canasta de Rokas Jokubaitis. En los últimos minutos del partido, dos triples más de Parker y Abrines, seguidos por un mate de Satoranský al contraataque, sentenciaron el encuentro con un 76-64.
Con este resultado, el Barcelona logró una victoria final por ocho puntos, 77-69, antes de que la serie se traslade a Grecia la próxima semana para la disputa de los siguientes dos partidos de cuartos de final de la Euroliga. Sin duda, este triunfo es un impulso significativo para el equipo catalán, especialmente para jugadores como Parker y Abrines, quienes fueron claves en este encuentro.