
Imagine que está navegando en su perfil de Instagram, disfrutando de las historias que han compartido sus contactos. De repente, aparece un anuncio sorprendente: un influencer llamado Lost Cristian entrevista a una persona anónima en la calle, quien asegura haberse hecho rica con una aplicación móvil de apuestas en línea. Otro anuncio presenta a la ex presentadora de TVE, Ana Blanco, anunciando que el cantante Quevedo ha apadrinado una nueva aplicación de apuestas. Un video similar con Susanna Griso habla de la nueva inversión secreta de Bill Gates, que ha enriquecido a cientos de ciudadanos. También puede aparecer el presentador de TVE Ángel Pons, contando cómo un barrendero se hizo rico en dos horas con otra aplicación de juego.
Si observas atentamente, notarás que todos estos anuncios tienen un denominador común: son falsos y están creados con inteligencia artificial (IA). La tecnología actual permite imitar de manera casi perfecta la voz de una persona conocida por el público y hacer que ‘pronuncie’ palabras que, en realidad, nunca han salido de su boca. En algunos casos, el montaje es muy pobre y se nota que el habla de quienes aparecen es robótica. En otros, la apariencia, tanto del video como del audio, es casi real.
La proliferación de estas falsas promociones se produce en un momento en el que el 47,4% de los españoles afirma haber sufrido una estafa o intento de estafa por internet en el último año, según un estudio reciente del Centro de Investigaciones Científicas (CIS). «Siempre han existido esta clase de engaños, pero hoy día se ha multiplicado porque hay aplicaciones que pueden utilizar IA», afirma Rubén Sánchez, secretario general de la asociación de consumidores Facua.
La mayoría de estos anuncios promocionan una misma aplicación, Sweet Bonanza o Bonanza Top Slots. Pero este supuesto juego en línea no es el único que se intenta vender a través de estos videos fraudulentos. En el que aparecen Susanna Griso y Bill Gates, se menciona un programa de gestión financiera llamado CryptoOptima. Y para colmo, el enlace lleva a un supuesto artículo de este diario, EL MUNDO, hablando de la aplicación. Tanto el anuncio en video como el artículo son falsos.
Estos anuncios fraudulentos se alojan en diferentes cuentas de Instagram, con la aparente aprobación o indiferencia de la red social. «Creemos que a nivel europeo debería haber mecanismos para exigir responsabilidades a Meta (propietaria de Instagram), X (antes Twitter) o TikTok si no dan una respuesta inmediata cuando se denuncian estos casos», lamenta Sánchez.
El gran problema con el que se pueden encontrar las víctimas de estas suplantaciones, como el propio Pons, es la dificultad para encontrar a sus autores que, en muchas ocasiones, se alojan en países extranjeros para evitar represalias legales. «Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado lo investigan, pero están desbordados con los delitos tecnológicos y no tienen capacidad para ocuparse de todos ellos», insiste Sánchez.
Uno de los métodos de engaño más utilizados en la actualidad a través de internet y las nuevas tecnologías es la suplantación de identidad. «También estamos viendo fraudes a través de mensajería instantánea, llamada de voz o correo electrónico», explica Ángela García, técnico de Ciberseguridad del 017 en el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE).
El abogado Merino sostiene que el mejor consejo es desconfiar de cualquier oferta o aplicación que promete una gran cantidad de ingresos, ya que no sabemos quién está detrás. No obstante, admite que no todos siguen esta recomendación. Explica que es difícil poder recuperar el dinero robado una vez la víctima ya haya sido estafada, aunque existen pronunciamientos favorables al usuario por parte de los tribunales.
Sobre la posibilidad de un hipotético veto hacia la inteligencia artificial, Sánchez cree que el problema es utilizar de forma ilícita dicha tecnología y no que esta exista. Para el presentador Pons, son muy importantes las iniciativas que se puedan llevar a cabo desde el ámbito del periodismo para frenar estos intentos de engaños y cree que todos los medios de comunicación deberían contar con una unidad de verificación para intentar atacar no sólo estos fraudes, sino la difusión de bulos y noticias falsas.