
En medio de la turbulencia económica y la incertidumbre política, España todavía sigue siendo un destino preferente de inversión en la Zona Euro. Sin embargo, la rápida subida de los tipos de interés y la inestabilidad regulatoria han frenado las operaciones en las empresas españolas hasta niveles que no se veían desde hace tres años. Según datos preliminares de SpainCap, la asociación que reúne a 160 empresas de capital privado y capital riesgo, el volumen de inversión cerrado en el primer trimestre de este año fue de 1.191 millones de euros repartidos en 229 operaciones.
Es importante tener en cuenta que los inversores extranjeros son la principal fuente de financiación para las empresas de crecimiento en España. De hecho, tres de cada cuatro euros invertidos en el ecosistema español provienen de fuera. A pesar de que España está de moda y ofrece valoraciones atractivas para los fondos internacionales, el miedo y la incertidumbre política y regulatoria ha paralizado el dinero en los últimos años. Además, el coste de financiación ha aumentado considerablemente debido a la subida de las tasas de referencia en la zona euro hasta niveles del 4,5%, lo que previsiblemente bajará en junio en la próxima reunión del Banco Central Europeo (BCE).
Con estos factores, la inversión durante el primer trimestre del año en empresas de alto crecimiento fue de 1.190 millones de euros, lo que representa una caída del 45% en comparación al año pasado cuando se alcanzó la cifra de 2.172 millones de euros. En los años anteriores, la cifra fue de 2.136 millones para el comienzo de 2022, muy similar, y se situó en los 1.125 millones en 2021, a pesar de que este ejercicio terminó marcando máximos en términos nacionales y europeos.
“No somos los primeros de la lista a nivel europeo”, afirmó Elena Rico, presidenta de SpainCap, y apuntó a la necesidad y capacidad de España para seguir trabajando para llegar a la cima. Según ella, hay «doce posibles unicornios» en el horizonte, refiriéndose a empresas cuya valoración supera los 1.000 millones de euros.
Ignacio de Garnica, socio de Private Equity de PWC, durante el congreso anual de SpainCap celebrado en Madrid, reconoció que 2023 fue «un año convulso, con caída en las inversiones (…) pero creo que la estabilidad ya la tenemos aquí. La economía ha aprendido a vivir con tensiones geopolíticas. Muchos procesos que fueron retrasados el año pasado harán que lo que queda de año sea muy bueno. Volverá el ritmo de capital privado del año 2021», confía De Garnica.
El año pasado, la inversión tanto en capital privado como en capital riesgo (empresas en sus primeras etapas de crecimiento) alcanzó la cifra de 6.709 millones de euros, repartidos en un total de 844 inversiones. De estos, más de 5.000 millones de euros provinieron de fondos extranjeros con 166 operaciones, mientras que los fondos privados nacionales invirtieron 1.470 millones de euros y los fondos públicos españoles otros 197 millones.
Nadia Calviño, presidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI), anunció a través de un vídeo «la primera inversión en un fondo basado en España» de estas características. Se trata de un fondo que busca invertir cerca de 1.000 millones de euros en empresas tecnológicas de alto crecimiento. Este vehículo es parte de una iniciativa europea para impulsar las start-ups de este sector y cuenta con unos fondos disponibles de unos 3.750 millones de euros para todos los países europeos.
Calviño defendió la necesidad de «movilizar un gran volumen de inversión para que Europa se mantenga a la vanguardia (…) y aprovechar todos los recursos de inversión». Este mensaje es especialmente relevante a dos meses de las elecciones europeas, concluyó.