
En el contexto de la tediosa campaña política vasca, Otxandiano ha jugado meticulosamente su papel, llevando a cabo su narrativa prevista en los días finales: ETA fue un ciclo y un grupo armado. Este último aspecto se convirtió en su punto culminante. En la versión de Otxandiano, Bildu es el líder del próximo ciclo, justificándolo en la opresión sufrida por la nación vasca, la causa principal de ETA, y también se apoya en la construcción de la llamada sociedad vasca, término que se equipara a otros como andaluces, aragoneses, o asturianos.
La narrativa de Otxandiano, meticulosamente calculada y presentada a lo largo de la campaña, ha mostrado una perspectiva particular sobre la situación política en el País Vasco. La descripción de ETA como un «ciclo» y un «grupo armado» es una forma interesante de contextualizar y entender la existencia y las acciones del grupo terrorista. En esta visión, ETA no es un fenómeno aislado, sino una parte integral de un proceso más amplio de lucha política y social en la región.
Además, el papel asignado a Bildu en este relato es también significativo. Según Otxandiano, Bildu no es solo un partido político, sino el líder del «siguiente ciclo». Esto implica que Bildu es visto como el sucesor legítimo de ETA en la lucha por los derechos y la autonomía de los vascos. Esta visión puede ser polémica, pero también es indicativa de una perspectiva más amplia que ve la lucha vasca como un proceso continuo, en el que diferentes actores asumen el liderazgo en diferentes momentos.
La referencia a la nación vasca oprimida también es crucial en este contexto. Al vincular la causa de ETA con la opresión de la nación vasca, Otxandiano no solo justifica las acciones del grupo terrorista, sino que también plantea la lucha por la autonomía y los derechos de los vascos como una lucha legítima contra la opresión. Esta visión puede ser cuestionada, pero no puede ser ignorada en cualquier discusión seria sobre la situación política en el País Vasco.
Finalmente, la referencia a la sociedad vasca es también significativa. Al mencionar a la sociedad vasca, Otxandiano no solo está hablando de un grupo de personas que viven en una región geográfica específica. Está hablando de una comunidad con una identidad distinta y una historia compartida, una comunidad que ha experimentado la opresión y la lucha, y que sigue buscando su lugar en el mundo. Esta visión de la sociedad vasca como una entidad distinta y cohesiva es esencial para entender la perspectiva de Otxandiano y la visión más amplia que representa.
En resumen, la narrativa de Otxandiano sobre la situación política en el País Vasco es compleja y matizada. Presenta a ETA y a Bildu como actores clave en un proceso continuo de lucha por la autonomía y los derechos de los vascos. Esta narrativa puede ser cuestionada, pero también ofrece una perspectiva valiosa para entender la dinámica política en la región.