
El origen de esta historia se remonta a un funeral. En medio de la pandemia de Covid-19, los Vehículos de Transporte con Conductor (VTC), como Cabify, Uber o Bolt, desempeñaron un papel sanitario crucial. Se llegó a un acuerdo con la Comunidad de Madrid para trasladar a médicos a las casas de los pacientes para la atención domiciliaria. Una vez que la emergencia sanitaria pasó, uno de los conductores de VTC falleció. Había contraído Covid-19, sufrió un infarto y murió, según señalaron algunos de los asistentes a su funeral.
En este funeral, se reunieron compañeros de trabajo, que eran en su mayoría autónomos y pequeños empresarios. Fue ahí donde comenzaron a surgir preguntas. ¿Quién se haría cargo de la familia del conductor fallecido? ¿Cómo se garantizaría su bienestar económico tras la pérdida de su principal sustento? Estas cuestiones eran especialmente relevantes considerando la naturaleza del trabajo de los conductores de VTC, que a menudo deben hacer frente a largas horas de trabajo y condiciones laborales precarias.
Los conductores de VTC, como muchos trabajadores autónomos, no cuentan con la seguridad laboral y los beneficios que vienen con un contrato de trabajo tradicional. No tienen derecho a baja por enfermedad remunerada, vacaciones pagadas, o a un subsidio por desempleo. Esto, a pesar de que, como cualquier otro trabajador, están sujetos a los mismos riesgos laborales y personales.
En este contexto, la muerte de su colega puso de manifiesto la vulnerabilidad de su situación laboral. Comenzaron a darse cuenta de que, en caso de una tragedia similar, ellos y sus familias podrían encontrarse en una situación económica desesperada. Esto llevó a los conductores a la conclusión de que algo tenía que cambiar.
Este sentimiento de inseguridad y miedo fue el catalizador para la creación de una asociación que busca proteger los derechos de los conductores de VTC. La idea es proporcionar un sistema de apoyo y una red de seguridad para estos trabajadores, que desempeñan un papel esencial en el sistema de transporte de la ciudad, pero que a menudo se ven desprotegidos e ignorados por las políticas laborales existentes.
La asociación se propone luchar por mejores condiciones laborales para los conductores de VTC, incluyendo acceso a beneficios laborales básicos y protecciones. También busca proporcionar apoyo financiero y emocional en situaciones de crisis, como la muerte de un colega. En última instancia, la asociación aspira a garantizar que los conductores de VTC sean reconocidos y tratados como cualquier otro trabajador.
Desde su creación, la asociación ha logrado algunos avances significativos. Ha puesto en marcha un fondo de ayuda para las familias de los conductores fallecidos, que proporciona apoyo financiero en tiempos de necesidad. También ha iniciado campañas de sensibilización sobre los derechos de los conductores de VTC y ha presionado a las autoridades para que implementen políticas laborales más justas.
La lucha de estos conductores de VTC es un recordatorio de la necesidad de proteger los derechos de todos los trabajadores. En un mundo laboral cada vez más precarizado, es esencial que se reconozcan y respeten los derechos laborales básicos de todos, incluyendo a aquellos que trabajan en sectores no tradicionales como el transporte por VTC. La historia de estos conductores es una prueba de la importancia de la solidaridad y la acción colectiva en la lucha por la justicia laboral.