
El auge de las redes sociales en la última década ha creado un nuevo tipo de celebridad: los influencers. Con millones de seguidores en plataformas como Instagram, YouTube y TikTok, estos individuos tienen el poder de influir en la opinión pública y cambiar la forma en que vemos el mundo. Uno de estos influencers es Shabaz Ali, un profesor de química de 30 años de Blackburn, Inglaterra, que se ha ganado el apodo de «Robin Hood de TikTok» por sus comentarios satíricos sobre las extravagancias de los ricos en contraposición a las penurias de los «povvos», término que utiliza para referirse a aquellos que viven en la pobreza.
Ali comenzó a publicar videos en TikTok como una forma de matar el aburrimiento durante los confinamientos por la pandemia de COVID-19. En uno de sus videos más populares, critica a una mujer que pasa sus días fabricando cubitos de hielo con cientos de sabores diferentes. Sus videos a menudo muestran a personas ricas disfrutando de lujos excesivos, como cocinas de diseño con tiradores de cuero, armarios para cosméticos ordenados alfabéticamente y albornoces impolutos en hoteles de lujo en Dubai.
Aunque Ali no tiene miedo de hablar de la desigualdad económica, su enfoque es siempre humorístico. En lugar de caer en el insulto o la pontificación, simplemente se pregunta: «¿Serán ridículos?». Algunos de los sujetos de sus videos toman sus comentarios con buen humor, mientras que otros se indignan y le bloquean. Sin embargo, Ali dice que lo que más le motiva son los comentarios de sus seguidores, que a menudo le envían sugerencias de videos para comentar.
El contraste entre las vidas perfectas que se muestran en las redes sociales y la realidad de la pobreza en su propio colegio en Blackburn fue lo que impulsó a Ali a convertirse en influencer. Vio cómo algunos de sus estudiantes no probaban bocado durante el fin de semana porque sus familias no tenían dinero para comida. Este contraste también le inspiró a escribir un libro titulado «I’m rich, you are poor» («Soy rico, eres pobre»), una sátira sobre el poder de las «redes antisociales».
Para Ali, el problema no es observar a los ricos, sino creer que el mundo está lleno de gente hermosa y que uno es el único pobre y feo. Critica las «vidas de plástico» que vemos en línea y señala que, para muchos ricos, sus relaciones más importantes son con sus asistentes personales, que en realidad les odian. Señala la ironía de que parecen pasar la vida bebiendo, pero nunca actúan como si estuvieran borrachos, y que nos hacen creer que trabajan durante las vacaciones y que siempre están dispuestos a montar una pelea en la noche porque eso podría ser una oportunidad para una foto.
En medio de la creciente crisis del costo de la vida y la creciente brecha entre los ricos y los pobres, Ali cree que es importante poner la palabra «social» de nuevo en «redes sociales». Aunque admite que, en comparación con las Kardashians o Elon Musk, todos somos «povvos», también señala que la mayoría del contenido en las redes sociales es de gente presumiendo de lo que tiene. A través de su humor y su perspectiva única, Ali está cambiando la forma en que vemos a los ricos y famosos y nos recuerda que, a pesar de lo que vemos en las redes sociales, no todos llevamos vidas de lujo y extravagancia.