Enrique Tenreiro, el artista coruñés que se hizo famoso por pintar una paloma en la tumba del exdictador Francisco Franco en octubre de 2018, ha iniciado un encierro en un escaparate de una galería de arte en su ciudad natal. Su acción es una protesta por la «demora» en la resolución del Tribunal Supremo sobre su caso.
El encierro, según explicó el dueño de la galería, Camilo Chas, es una «performance artística» que se llevará a cabo periódicamente en el establecimiento. Tenreiro, por su parte, lo describe como una acción de protesta.
El propósito de Tenreiro al encerrarse es evidenciar la lentitud del Tribunal Supremo en fallar sobre su caso. Fue absuelto en 2022 de los delitos de atentar contra la libertad de conciencia y de actos de profanación y daños. Sin embargo, su absolución está en revisión por el Tribunal Supremo.
«El juicio se basó principalmente en la hora en la que hice la pintada», recordó Tenreiro. Según el testimonio de un guardia civil, el artista «no interrumpió la misa». Pese a su absolución, el caso fue llevado al Supremo, que aún debe emitir su fallo.
«Han pasado casi dos años; te preguntas si están tomando su tiempo para revertir la sentencia, si me tienen que condenar prefiero que sea ahora porque, tal vez con un gobierno posterior no habría mínima posibilidad», reflexionó el artista. Tenreiro teme que, si no se confirma su absolución, tenga que pedir el indulto.
Tenreiro ha insistido en que su objetivo al pintar la tumba de Franco fue reivindicar la «libertad». Planea estar tres días en el escaparate, tal como lo indicó el dueño de la galería, quien señaló que, «en principio», el encierro duraría hasta el viernes.
El escaparate, de tres metros cuadrados, ha sido acondicionado para simular una habitación con una pequeña planta, una televisión, una mesilla, un váter químico, una manta y libros.
Su performance, dice Tenreiro, busca también poner de manifiesto que «la justicia es un servicio más». «¿Por qué los españoles tenemos que esperar a que el Supremo tarde años? No puedo estar tranquilo hasta que ratifiquen mi absolución», afirmó el artista, quien vestirá un mono naranja, al estilo de los presos en Estados Unidos, durante su encierro.
Por su parte, Camilo Chas explicó que en el escaparate se podrán dejar comentarios, sin censura, y que habrá un foro en el que la gente podrá decidir el viernes qué comida comerá el artista. El jueves se convocarán citas a través de una red social.