
En 1968, a la temprana edad de 15 años, un joven llamado José Antonio Muñoz compró su primer monopatín. Ahora, a sus 71 años, Muñoz, mejor conocido como Doc Caribbean, sigue patinando todos los domingos en el Parque del Oeste de Madrid. Las ruedas de sus tablas han atravesado, durante todo este tiempo, la historia del monopatín en España, así como todo su entorno cultural y social.
Es importante destacar que Doc Caribbean es el fundador de la primera tienda especializada en monopatines en España, conocida como Caribbean, la cual fundó en 1975, un año de grandes cambios en el país. A día de hoy, cualquier exposición que tenga que ver con los skates sigue teniendo cabida en Caribbean. Como coleccionista apasionado, Doc ha atesorado meticulosamente centenares de documentos, revistas, diapositivas, grabaciones, camisetas, rodamientos, zapatillas, catálogos y pegatinas relacionadas con el mundo del monopatín.
La historia de Doc y su relación con el monopatín en España comenzó con un patín de madera de haya con ruedecitas de caucho y rodamientos de bolillos. Sin embargo, este joven tenaz no se rindió cuando los rodamientos se rompieron a la tercera bajada. En su lugar, contactó con patines Sancheski, los creadores del primer skate español, quienes le enviaron todos los repuestos necesarios.
El amor de Doc por el monopatín y su tenacidad han propiciado la publicación de un extraordinario libro titulado «Doc Caribbean. Memoria viva del monopatín» (editorial Colectivo Bruxista). Escrito por Hugo Clemente, el libro rastrea la trayectoria de Doc y Caribbean para construir una historia oral de la cultura del monopatín en nuestro país. Clemente, quien también es un skater y ha visitado la tienda Caribbean desde su adolescencia, confiesa que siempre soñaba con los productos que veía en el escaparate de la tienda.
En su libro, Clemente retrata a Doc como un personaje que ha llevado la esencia y la filosofía del skate a otros terrenos, conectando el deporte con la moda y con lo que ahora conocemos como life style.
El mundo de las ruedas y el skate no fue ajeno para Doc desde su niñez, ya que a la edad de 8 años su padre le regaló unos patines. Sin embargo, fue durante su estancia en Berkeley, Estados Unidos, en 1973, donde descubrió una nueva dimensión del monopatín. Fue allí donde vio por primera vez un monopatín con ruedas blandas y rodamientos de precisión, lo cual le fascinó y le llevó a comprar dos monopatines, que trajo a Madrid.
Desde aquel entonces, Doc comenzó a vender monopatines en lugares donde los skaters se reunían para patinar. Este fue el germen de la tienda Caribbean, la cual se convirtió en una puerta a la otra dimensión, llenando la tienda no solo de todo lo relacionado con el skate y el surf, sino también de la estética californiana y todo el movimiento cultural que la representaba.
En conclusión, la historia de Doc Caribbean no solo pone de manifiesto su amor por el monopatín y su tenacidad, sino también su contribución a la cultura del skate en España. Con su tienda Caribbean, Doc ha proporcionado a generaciones de skaters un acceso a materiales, modas y tecnologías que de otro modo habrían sido inaccesibles. Es por ello que, como dice Hugo Clemente, es importante homenajear a Doc ahora que todavía puede disfrutarlo.