
La filosofía, desde su origen hasta hoy, ha estado profundamente interesada en los aspectos más esenciales de la existencia humana. La caída, aunque a menudo considerada una experiencia trivial y mundana, no es en absoluto insignificante para la filosofía, y menos aún para Martin Heidegger. En la visión de este pensador alemán, caer no es una mera acción física, sino un movimiento esencial de la existencia que nos somete al dominio del mundo en su forma más banal. Según Heidegger, caer significa ser arrastrados por lo que es dado y evidente, por lo banal y lo trivial, y, en el caso contemporáneo, por cualquier algoritmo de cualquier plataforma.
En este sentido, la caída es inevitable. No podemos evitar ser atraídos por ciertos aspectos del mundo, y menos aún podemos prescindir del streaming. Nos rebelamos contra la caída y tratamos de levantarnos en busca de una existencia más digna, pero el barro, como dice el refrán, hay que tragárselo.
Esta filosofía de la caída es una forma útil de acercarse a la película El especialista, una obra cuyo carácter pueril e intranscendente es precisamente lo que la hace tan atractiva. La película gira en torno a un personaje interpretado por Ryan Gosling, un doble de acción cuyo papel en la vida es caer para que otro personaje, interpretado con gracia por Aaron Taylor-Johnson, brille. Es decir, Gosling cae, como todos nosotros, pero lo hace con estilo y frecuencia. El especialista es un homenaje al cine dentro del cine, pero también es un monumento a la derrota, porque, como todos sabemos, perder es complicado.
David Leitch, el director de la película, es un antiguo especialista que ha dirigido películas tan llenas de adrenalina y caídas como Bullet Train. El especialista es una herencia directa de las comedias screwball, aquellas comedias alborotadas y deliberadamente bobas que protagonizaron actores como Cary Grant y Katherine Hepburn. Sin embargo, en esta ocasión, la trama se combina con gags de guion y caídas hilarantemente absurdas. La puesta en escena da paso a la caída en escena, y en un momento dado, uno de los dobles de la película bate el récord mundial de vueltas de campana en un coche.
La historia retrata a un hombre que, tras un accidente laboral, se ve obligado a retirarse. Se ve superado por el miedo, el resentimiento y el dolor de espalda. Sin embargo, un día se encuentra con una antigua asistente de dirección, interpretada por la magnífica Emily Blunt, que ahora dirige su propia película de acción, ciencia ficción, fantasía y superhéroes. Se encuentran de nuevo y, como se ha mencionado, caen una y otra vez. Si Heidegger hubiera visto esta película, no podemos estar seguros de cuál habría sido su reacción.
Leitch no es un director sutil. Todos los aspectos sutiles de la película son devorados por la ley de la gravedad y la química entre dos actores vestidos como estrellas de antaño. La pareja, que ya sorprendió en la gala de los Oscar con chistes sobre sí mismos y sus últimos papeles en Barbie y Oppenheimer, demuestra que incluso el argumento más ridículo puede explotar en manos del director menos inspirado. Y sí, la película explota.
Gosling y Blunt son graciosos, guapos, acuden precisos a cada una de las réplicas y, cuando llega el momento de revolcarse, se revuelcan. Si hay dos actores que definen a la perfección la caída del cine que nos habita, son ellos. Y recordemos, para no perder el hilo con Heidegger, que la caída es inevitable. No podemos abstraernos de esta forma de habitar el mundo. Hay que tragarse el barro de El especialista. Y no se preocupen, es inmejorable.
La película, dirigida por David Leitch, cuenta con un elenco de actores que incluye a Ryan Gosling, Emily Blunt, Aaron Taylor-Johnson, Winston Duke y Hannah Waddingham. Con una duración de 126 minutos, la película es de nacionalidad estadounidense.