
En una sorprendente revelación, el ex ministro de Universidades, Manuel Castells, ha declarado su apoyo al candidato socialista Salvador Illa en las próximas elecciones autonómicas catalanas programadas para el 12 de mayo. Castells, que ocupó el cargo de ministro como independiente a propuesta de los comunes, ha enfatizado que, aunque pide el voto para Illa, espera que, en caso de ganar, el candidato del PSC busque un acuerdo a tres bandas con ERC y los comunes. Este acuerdo daría lugar a un tripartito de izquierdas y soberanista, similar a la administración que Cataluña disfrutó durante los mandatos de Pasqual Maragall y José Montilla.
Cabe mencionar que Castells, al apoyar a Illa, está traicionando a la formación de Ada Colau, la alcaldesa de Barcelona. En su mandato, Colau absorbió a la extinta ICV, formación ecosocialista que era el tercer componente del Govern. Esta acción fue parte de su transición hacia la política en 2015.
Castells, en un artículo publicado en La Vanguardia, ha señalado que este eventual tripartito sería «la versión política del bloque histórico que transformará Cataluña». Argumenta que estas elecciones son cruciales puesto que pueden marcar el final de una etapa de «polarización social y parálisis institucional». En lugar de seguir por este camino, Castells prefiere apoyar a una persona que pueda emprender «una senda del reencuentro entre catalanes». Esta postura coincide con el discurso del PSOE que justifica la ley de amnistía.
En cuanto a la próxima legislatura, Castells, quien también es sociólogo, sostiene que «ya se ha acabado lo de morir por la patria». Afirma que ahora es el momento de luchar, sin importar contra quién, para obtener los recursos necesarios para abordar los retos actuales. Entre estos desafíos menciona temas como la ecología, la jubilación, el empleo, la seguridad y la igualdad entre hombres y mujeres.
El respaldo de Castells a Illa puede considerarse como un cambio significativo en el panorama político catalán. Históricamente, los comunes han mantenido una postura crítica frente a los socialistas, acusándolos de ser demasiado conservadores en cuanto a la cuestión catalana.
Sin embargo, Castells ha destacado que, a pesar de su respaldo a Illa, sigue siendo crítico con la política de los socialistas en Cataluña. Sostiene que es necesario un cambio en la política catalana, y que este cambio puede venir de un acuerdo entre los socialistas, los republicanos y los comunes.
Estas declaraciones llegan en un momento crítico para Cataluña. La región está a punto de entrar en un nuevo ciclo de elecciones autonómicas, y el apoyo de Castells a Illa podría ser un factor importante en la configuración del próximo Govern.
El respaldo de Castells a Illa podría ser interpretado como un intento de romper el estancamiento político en Cataluña. Durante años, la región ha estado polarizada entre los partidarios de la independencia y aquellos que quieren seguir formando parte de España. Castells argumenta que es el momento de superar esta división y trabajar juntos para enfrentar los desafíos que presenta el futuro.
Con su apoyo a Illa, Castells está enviando un mensaje claro: es hora de dejar atrás la política de confrontación y comenzar a buscar soluciones de cooperación. Este enfoque podría ser precisamente lo que Cataluña necesita para superar su actual estancamiento político.