
La creencia popular de que, al cumplir los 40 años, debes elegir entre una figura delgada y tonificada y un rostro sin arrugas ha sido cuestionada. Según la experta en medicina estética, la Dra. Carmen Fernández Ayestarán, el ejercicio físico regular no tiene por qué afectar negativamente a la piel del rostro. Sin embargo, es importante abordar la salud y el bienestar de forma integral para mantener una apariencia equilibrada a medida que envejecemos.
La Dra. Fernández Ayestarán, con 35 años de experiencia en el campo de la medicina estética, argumenta que no es necesario sacrificar una parte de nuestro cuerpo a favor de otra. «Nuestro cuerpo cambia a lo largo de la vida, es algo natural, pero eso no significa que, llegados los 40, tengamos que elegir entre un rostro joven o un trasero tonificado, se pueden tener las dos cosas. O no, todo depende de cómo cuidemos la piel», explica la doctora.
De acuerdo con la Dra. Fernández Ayestarán, los principales responsables del envejecimiento de la piel son el sol, el tabaco y el alcohol. Sin embargo, el exceso de ejercicio, especialmente al aire libre, también puede desempeñar un papel, así como la pérdida rápida de peso debido al uso de ciertos fármacos.
A pesar de las creencias populares, el ejercicio regular tiene numerosos beneficios para la salud en general y el aspecto físico. Aumenta la circulación sanguínea, lo que mejora la salud de la piel al proporcionarle nutrientes y oxígeno; reduce el estrés y promueve el bienestar mental. Además, el sudor generado durante el ejercicio puede ayudar a limpiar los poros y eliminar toxinas, resultando en una piel más clara y radiante. Sin embargo, es importante seguir una rutina de cuidado facial adecuada después de hacer ejercicio para evitar que los poros se obstruyan.
La experta también aconseja seguir una dieta equilibrada y un estilo de vida saludable para mantener una buena apariencia física. Se sugiere combinar el plan de ejercicios con una dieta que incluya alimentos ricos en vitamina C, antioxidantes y ácidos grasos omega-3.
Además de una alimentación adecuada, también es importante tener en cuenta el tipo de ejercicio que se realiza. Mientras que el cardio es eficaz para quemar calorías, puede provocar la pérdida de masa muscular y potencialmente causar el efecto rebote. Por otro lado, el entrenamiento de fuerza puede ayudar a mantener la masa muscular mientras se pierde peso, tonificar los músculos y mejorar la apariencia general de la piel.
La Dra. Fernández Ayestarán también destaca la importancia de la hidratación tanto interna como externa para mantener la elasticidad de la piel y prevenir la sequedad. Recomienda beber al menos dos litros de agua al día y mantener la piel hidratada con productos adecuados.
Finalmente, la experta aconseja practicar deportes como el yoga o el pilates, que combinan respiración y relajación con ejercicios que fortalecen los músculos y no producen tanto sudor. También se recomienda hacer ejercicio temprano en la mañana o al final de la tarde para evitar la exposición directa al sol y usar protector solar si se hace ejercicio al aire libre.
En resumen, mantener una buena apariencia física a medida que envejecemos no significa tener que elegir entre un cuerpo tonificado y un rostro sin arrugas. Con un enfoque integral hacia la salud y el bienestar, es posible tener ambos.