
En un ambiente eléctrico en el Santiago Bernabéu, donde los fanáticos entonaban con vigor el famoso canto de «Jude! Jude! Jude! Jude! Jude! Jude!», el jugador de fútbol británico Bellingham se convirtió en el protagonista de la noche. Levantó sus brazos en una celebración icónica, pero no desafiante, ante la afición. Habían pasado 71 días desde que el Bernabéu había sido testigo de tal celebración, y llegó justo a tiempo para sentenciar al Barcelona, ayudar a decidir la Liga, y completar el histórico ‘barrido’ a los azulgrana.
El Real Madrid ha logrado la hazaña de ganar los tres clásicos de la temporada por primera vez desde 1936. Bellingham ha sido un pilar fundamental en estas victorias, habiendo marcado en la ida y en la vuelta ligueras. En Montjuic, anotó dos goles, uno en el minuto 68 para empatar a uno, y otro en el minuto 92, un disparo desde Birmingham que selló el triunfo para los blancos. En el Bernabéu, también mostró su resistencia hasta el final, marcando un gol tras un pase de Lucas Vázquez en el minuto 91.
Estos dos goles han otorgado seis puntos a su equipo y han restado otros seis a su máximo rival. Como dijo Xavi en la sala de prensa de la Castellana, «Qutale seis puntos al Madrid y pónselos al Barça…». Sin embargo, esas palabras no cambian el hecho de que el Madrid merecía ganar.
Bellingham ha roto una sequía de más de dos meses con el Madrid. Aunque anotó en un partido Inglaterra-Bélgica en marzo, no había encontrado la red con el conjunto madridista desde el 10 de febrero. Fue entonces cuando logró un doblete en uno de los partidos que resultaron clave para el liderazgo de los de Ancelotti.
A pesar de sus cuatro goles en 2024 (uno al Barça, dos al Girona y otro al Almería en enero), Bellingham ha estado lejos de los 17 que anotó en el primer tramo de la temporada, 13 en Liga y 4 en Champions. Estas cifras se entienden mejor al tener en cuenta las lesiones que ha sufrido durante los últimos meses.
Bellingham ha estado jugando con molestias en el hombro izquierdo desde el 5 de noviembre, cuando sufrió una luxación en un partido contra el Rayo Vallecano. A pesar de perderse los siguientes dos partidos contra el Braga y Valencia, decidió, junto con los servicios médicos del Madrid, optar por un tratamiento conservador y no pasar por el quirófano.
Otra de las preocupaciones de Bellingham ha sido el tobillo. Es el futbolista de la Liga que más faltas sufre, y ocupa el cuarto lugar en toda Europa. En febrero, un esguince de tobillo le dejó fuera de juego durante tres semanas. A su regreso en Valencia, fue expulsado y se perdió otros dos partidos.
A pesar de estos contratiempos, Bellingham vuelve a ser decisivo y a estar en la pelea por el Pichichi. La constancia anotadora del inicio de la temporada era difícil de mantener, pero el británico ha demostrado una vez más que es un jugador de talla mundial. El Madrid y sus fanáticos esperan con ansias más celebraciones como las que han visto en los últimos partidos.