
El panorama culinario está cambiando rápidamente a medida que las personas más jóvenes optan por comidas preparadas en lugar de pasar tiempo cocinando en casa. Este cambio en los hábitos alimentarios se atribuye a una variedad de razones, entre las que se incluyen los horarios de trabajo agitados, la falta de habilidades culinarias y la conveniencia de las comidas listas para comer. Mara de Cers, por ejemplo, una joven de 22 años que vive sola desde hace cuatro años, explica: «Compro comida lista para comer prácticamente todos los días porque no tengo tiempo para cocinar y tampoco sé preparar platos… además salgo a trabajar a las 10 de la mañana y vuelvo a casa sobre las nueve. Ceno un plato calentado«.
En muchos casos, los individuos encuentran que es más rentable y práctico consumir comida cocinada que se vende en el supermercado en lugar de comer en un restaurante. Mara comenta: «Compro los típicos platos de pasta carbonara que es más caro que hacerlo en casa, pero tampoco tanto. Mi cena me va a costar 3,50 euros, pero si fuera a un restaurante me costaría 15 o 20 euros».
José Chinchilla, un joven de 28 años que vive en una vivienda sin cocina, también ha encontrado en el supermercado una forma de consumir alimentos preparados. Comenta: «Es mi única alternativa porque donde vivo sólo hay microondas, pero puedo comer pollo asado, pasta, lasaña, tortilla de patatas… y el precio está bien. Un pollo asado completo puede costar entre 4,90 o 5,50, y yo le agrego un complemento, lo que me puede durar incluso para varios días. Si como en la calle me saldría mucho más caro porque un menú del día cuesta 12 o 14 euros».
Este cambio en los hábitos alimentarios ha llevado a un aumento del 11% en el consumo de comida preparada en comparación con el año pasado. Esto se traduce en un gasto estimado de más de 1.900 millones de euros, según el estudio WorldPanel realizado por Kantar e impulsado por Brooklyn Town, una marca que vende hamburguesas listas para comer.
El informe también destaca que los consumidores actuales son más prácticos y reflexivos sin renunciar al placer ni al sabor. En el momento de elegir sus alimentos dentro del hogar, la conveniencia determina un 25,1% de las decisiones de consumo. El placer es señalado por un 22,8% de los encuestados, mientras que el sabor es definitorio en un 18,8%. Este factor ha incrementado su importancia en un 3,7% con respecto a los resultados de 2022.
Hoy en día, la oferta de comidas preparadas es más amplia y variada, desde pizzas y ensaladas hasta recetas más elaboradas como pastas o sushi. Según un estudio realizado por Appino, publicado por Alimarket, un 49,2% de las personas suelen comprar comida preparada habitualmente en supermercados.
Además, las empresas de entrega de alimentos como Wetaca están viendo un aumento en la demanda de comidas caseras listas para comer. Fernando de Córdoba explica: «Entre semana trabajo en casa y me gusta no tener que dedicar tiempo a cocinar el día anterior o el domingo. Me gusta comer variado porque si no, acabo comiendo siempre lo mismo, en cambio lo que te ofrece Wetaca son carnes, pastas, pescados, verduras. Lo veo como una solución para alimentarme bien y no perder tiempo que a lo mejor entre diario no tengo».
A medida que más personas optan por la conveniencia de las comidas preparadas, la variedad de la distribución de comida preparada continúa en aumento. Sin embargo, este cambio en los hábitos alimentarios plantea la cuestión de si las personas están sacrificando una dieta equilibrada por la conveniencia.