
El reciente partido de la liga fue más que solo una competición deportiva para la familia Simeone. Fue un emocionante reencuentro entre padre e hijo, ambos compitiendo en el mismo campo, pero en equipos diferentes. El hijo, Giuliano Simeone, volvió al campo como titular por primera vez después de una lesión en la pierna ocurrida durante un partido de pretemporada contra el Burgos el verano pasado. Aunque parezca increíble, fue Giuliano quien se llevó la victoria, dejando a su padre con un sabor agridulce.
El apellido Simeone es sinónimo de lucha, esfuerzo y sacrificio, y ambos equipos lo demostraron en el campo. Los equipos lucharon con todas sus fuerzas, a veces de manera exagerada, lo que resultó en episodios más violentos de lo habitual en una jornada de liga. Aunque el partido fue intenso, no se podría decir que había urgencias. Algunos equipos tenían la mirada puesta en la Champions, mientras que otros estaban concentrados en evitar el descenso.
En un giro inesperado de los eventos, el Alavés se adelantó con el primer gol. Giuliano Simeone tuvo la oportunidad de marcar el segundo gol contra su padre, pero perdonó. Tras un despeje largo de Sivera, varios rebotes débiles dejaron el balón a los pies de Benavidez en el borde del área, y el uruguayo colocó el balón en la base del poste, marcando un golazo.
El partido también marcó el duodécimo encuentro consecutivo en el que el otrora inexpugnable Atlético de Madrid recibía un gol, una estadística preocupante para los Rojiblancos. El rendimiento defensivo del Atlético esta temporada ha sido decepcionante, lo que ha causado muchos disgustos, especialmente en partidos fuera de casa, y ha resultado en dos eliminaciones en la Copa y la Champions.
El equipo de Diego Simeone, caracterizado por su buen juego y gusto por la pausa, pasó la mayor parte del primer tiempo lanzando pelotazos y esperando un contraataque, a pesar de ir perdiendo. Solo De Paul y Koke mostraron una actitud luchadora.
Justo antes del final del primer tiempo, una mano absurda de Azpilicueta casi complica aún más las cosas para los Rojiblancos. Sin embargo, el VAR anuló el penalti pitado inicialmente por Gil Manzano, lo que fue un alivio para el equipo.
El ex futbolista del Atlético, Filipe Luis, afirmó que a veces es difícil mentalizarse para los partidos de liga tras un duro compromiso europeo. Los primeros 45 minutos del partido parecieron confirmar sus palabras, ya que el Atlético mostró una actitud decepcionante.
En el descanso, Simeone intentó corregir la actitud de su equipo substituyendo a De Paul por Saúl. El cambio pareció tener un efecto positivo, ya que el Atlético comenzó a dominar más el partido y a presionar al Alavés. A pesar de la mejora, la defensa del Atlético no pudo hacer frente al impresionante rendimiento de Giuliano Simeone, que se convirtió en una pesadilla para ellos.
Hubo dos sorpresas en Mendizorroza. La primera fue la ausencia deportiva de Griezmann, que pasó desapercibido durante todo el partido. La segunda fue la ausencia física de Samu, que fue una decisión del entrenador Luis García Plaza.
A pesar de la mejora en su juego, el Atlético no logró empatar. Riquelme y Lino tuvieron la oportunidad de hacerlo tras una gran combinación con Molina, pero perdonaron.
En última instancia, el Alavés selló su victoria con un gol espectacular. Un centro lateral fue rematado de manera brillante por un jugador del Alavés, iluminando Vitoria y manteniendo a los Rojiblancos en su depresión postraumática europea.