
El pasado domingo en la madrugada, Fernando, un joven con un historial repleto de antecedentes policiales, perpetró un crimen espantoso que dejó a la familia formada por Ángel, Elvira y su hija Laura, de 22 años, sin vida en su chalé en Chicloeches, Guadalajara. Según reveló Fernando tras su detención, cometió los asesinatos por temor a que la familia lo delatara después de que entrara en su propiedad para robar.
Junto a su amigo David, Fernando había trazado un plan para robar en la casa de Laura, quien era conocida por ambos por ser la ex novia del tío de David. Según fuentes de la investigación, Laura había contado anteriormente que su padre poseía una colección de relojes de lujo y guardaba 5.000 euros en efectivo en la casa.
El plan consistía en entrar en la casa familiar, ubicada en la urbanización Medina Azahara, a altas horas de la noche mientras todos dormían. Fernando y David llegaron al lugar en el coche de la madre de David, sin que ella tuviera conocimiento de ello. Fernando, armado con dos grandes machetes, bajó del vehículo mientras David permaneció en el coche.
Elvira, la madre de Laura, fue la primera en notar la presencia de Fernando al escuchar ruidos en la casa. A las 03.05 de la madrugada del domingo, hizo una llamada de emergencia al 112, alertando que alguien había entrado en su casa. Cuando Laura reconoció a Fernando, el temor del robo se convirtió en asesinato. Fernando, presa del miedo a ser denunciado, decidió matar a la familia. Ángel, el padre de Laura, recibió más de 20 puñaladas en un intento por resistir el ataque.
El matrimonio fue asesinado en su dormitorio, mientras que Laura fue asesinada en las escaleras, probablemente al intentar huir. Dentro de la casa también se encontraba Yerai, el otro hijo del matrimonio. Yerai logró atrincherarse en su habitación, bloqueando la entrada con varios muebles, lo que disuadió a Fernando de intentar entrar.
Después de matar a la familia, Fernando robó la colección de relojes, joyas y dinero en efectivo de Ángel, metiéndolos en su mochila. Antes de abandonar la casa, prendió fuego a la propiedad con Yerai aún dentro. Yerai, cuya habitación estaba en la planta baja, logró escapar por una ventana y alertar a las autoridades sobre lo ocurrido.
David, al ver la casa en llamas, huyó del lugar en el coche, dejando atrás a Fernando. Fernando, con la mochila llena de objetos robados, huyó a pie hasta llegar a Pioz. Allí, alguien le llevó hasta un hostal en Daganzo, donde se alojó con su novia venezolana, que fue posteriormente detenida por encubrimiento.
La habitación del hostal se convirtió en una de las principales fuentes de pruebas para los investigadores de la Guardia Civil. En ella encontraron todos los objetos robados, así como una gran cantidad de pastillas de éxtasis. La habitación fue precintada y se extrajeron dos bolsas de pruebas.
Fernando y David fueron enviados a prisión el pasado miércoles por decisión de la juez. La novia de Fernando fue puesta en libertad con cargos. Los tres sospechosos son conocidos de Laura y su ex novio, que tenía una orden de alejamiento respecto a ella. Sin embargo, los investigadores han descartado la violencia de género como móvil del crimen.
Los tres sospechosos están acusados de manera provisional de tres delitos de asesinato, robo con violencia en casa habitada e incendio. Estas imputaciones son provisionales y se concretarán a lo largo de la investigación judicial, que se encuentra en una fase muy inicial.