
El Departamento de Estado de los Estados Unidos ha emitido un comunicado oficial declarando que no renovará el alivio temporal a las sanciones al petróleo y el gas venezolano. Esta medida, que había sido implementada en octubre del año pasado, se produjo en respuesta a la firma del Acuerdo de Barbados entre el gobierno venezolano y la oposición. El acuerdo contemplaba la realización de unas elecciones presidenciales libres y justas en Venezuela.
El portavoz del Departamento de Estado, citado por la agencia Reuters, declaró que «EEUU no renovará la licencia cuando expire el 18 de abril», es decir, el próximo jueves. Esta decisión ha sido tomada debido a la falta de avances por parte de Maduro y su gobierno en términos de implementación de las disposiciones de la hoja de ruta electoral, tal como lo confirma un oficio del Departamento del Tesoro publicado este lunes.
Esta decisión se produce tras el fracaso de las negociaciones directas mantenidas en México la semana pasada entre enviados de Washington y Jorge Rodríguez, jefe de la delegación revolucionaria de Venezuela. No obstante, EEUU deja una última ventana abierta para las horas si se observan «progresos» de última hora.
La fecha límite para las sanciones coincide además con el final del plazo previsto por el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela para el cambio de candidatos postulados para las elecciones. Esto supone un golpe significativo para la administración de Maduro, que ya se encuentra bajo una fuerte presión tanto interna como internacional.
Pese a las presiones de EEUU y la comunidad internacional, el ‘chavismo’ no ha cumplido con los puntos más trascendentales en materia electoral: ha impedido la candidatura de Mara Corina Machado, ganadora de las primarias opositoras, y ha bloqueado la inscripción de su sucesora, la filósofa Corina Yoris.
Además, el gobierno de Maduro ha ralentizado el proceso de inscripción de nuevos votantes en el registro electoral y ha confeccionado un ecosistema de candidatos a la medida del «presidente pueblo» con mil y una maniobras. Este último punto es especialmente preocupante, ya que limita la pluralidad de voces en el proceso democrático y puede socavar la legitimidad de las elecciones.
Esta noticia viene en un momento crucial para Venezuela. La falta de progreso en las negociaciones y las continuas violaciones a la hoja de ruta acordada ponen en duda la capacidad del gobierno de Maduro para llevar a cabo elecciones libres y justas. Las sanciones estadounidenses al petróleo y el gas venezolano, que son vitales para la economía del país, aumentan aún más la presión.
Es evidente que la administración de Maduro se encuentra en una situación cada vez más precaria. La falta de avances en las negociaciones y la decisión de los Estados Unidos de no renovar el alivio temporal a las sanciones al petróleo y el gas venezolano ponen de manifiesto la creciente presión internacional sobre el gobierno venezolano.
Sin embargo, la última palabra aún no está dicha. Estados Unidos ha dejado una ventana abierta para las próximas horas si se observan «progresos» de última hora. Esta es una oportunidad para que el gobierno de Maduro demuestre su compromiso con la democracia y la realización de elecciones libres y justas. El tiempo dirá si es capaz de aprovecharla.