
El asalto a la embajada mexicana en Quito: Un incidente de repercusiones globales
En un hecho sin precedentes, la embajada mexicana en Quito ha sido asaltada, lo que ha llevado a la repatriación de su personal, y ha desatado una condena internacional generalizada. La ministra de Exteriores mexicana, Alicia Brcena, ha informado que los 18 mexicanos han regresado a su país con «la frente y el nombre de México en alto».
Este incidente ha dejado en evidencia las tensiones políticas presentes en América Latina, y ha generado una serie de acusaciones y recriminaciones a nivel internacional. A pesar de las provocaciones previas del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, y las justificaciones del gobierno de Daniel Noboa, la acción policial ha sido condenada como una violación del derecho internacional.
La condena internacional ha sido unánime, desde la Unión Europea y el Gobierno español, hasta las Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos (OEA). José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores de España, ha calificado la acción como «muy grave».
El incidente se produce en medio de acusaciones de corrupción contra Jorge Glas, el ex vicepresidente de Ecuador. Según Gabriela Sommerfeld, la responsable de Exteriores ecuatoriana, la embajada fue asaltada bajo el pretexto de un «riesgo real de fuga inminente» de Glas.
La acción ha llevado a la ruptura de las relaciones diplomáticas entre Nicaragua y Ecuador, así como entre México y Ecuador. Nicaragua ha condenado el asalto como una «barbarie política neofascista» del gobierno ecuatoriano. Dicha ruptura es simbólica, ya que Daniel Ortega, el líder de Nicaragua, cerró su embajada en Ecuador en 2020 después de que el ex presidente ecuatoriano Lenin Moreno exigiera la democratización de Nicaragua.
En medio de la crisis, Luis Almagro, secretario general de la OEA, ha pedido el pleno respeto de la inviolabilidad de las embajadas y ha llamado a la negociación entre las partes. Sin embargo, también ha señalado la contradicción del gobierno nicaragüense, que realizó un ataque similar en Managua contra la OEA.
Por otro lado, María Corina Machado, líder opositora venezolana, ha destacado la importancia del asilo como un derecho político de larga tradición en América Latina. Seis de sus colaboradores más cercanos están actualmente refugiados en la embajada de Argentina en Caracas, bajo el asedio de los agentes chavistas.
En el escenario interno ecuatoriano, Glas ha pasado su primera noche en la prisión de La Roca, una cárcel de máxima seguridad. Entre sus compañeros de prisión se encuentran líderes de bandas narcotraficantes y políticos corruptos, lo que añade un elemento adicional de tensión a la situación.
En respuesta a la crisis, los colegas de Glas en la Asamblea han pedido la renuncia del presidente Noboa. A pesar de la presión internacional y las exigencias internas, Noboa ha respondido a las críticas declarando que «La agenda de Ecuador la impone la mayoría, no un pequeño grupo de relajados».
Con todo esto, el gobierno de Ecuador se encuentra en una posición de soledad internacional. Sin embargo, a nivel interno, Noboa podría obtener beneficios políticos, con las elecciones presidenciales del próximo año en el horizonte y un referéndum sobre seguridad programado para dentro de dos semanas.
El analista Martín Pallares ha señalado que, aunque la incursión a la embajada fue ilegal e indefendible jurídicamente, las acciones de López Obrador y los cálculos electorales de Noboa han jugado un papel importante en el desenlace de esta crisis.
El asalto a la embajada mexicana en Quito ha dejado claro que las tensiones políticas en América Latina están lejos de resolverse. Con la condena internacional unánime y las consecuencias políticas internas en juego, el futuro de las relaciones diplomáticas en la región sigue siendo incierto.