
El sábado pasado, el Papa Francisco tuvo el honor de recibir en audiencia privada a Francina Armengol, la presidenta del Congreso español, en el Vaticano. Armengol, que estuvo acompañada por la embajadora de España ante la Santa Sede, Isabel Cela y otros miembros de la delegación, presentó al pontífice con una serie de regalos, entre los que se incluía una camiseta del equipo de fútbol de Mallorca.
La audiencia siguió el protocolo habitual, comenzando con un encuentro a puerta cerrada entre el Papa Francisco y Armengol en el Palacio Apostólico. Posteriormente, procedieron con el tradicional intercambio de regalos.
Armengol, política socialista de Mallorca, obsequió al pontífice con una camiseta del RCD Mallorca, así como con un libro de fotografías titulado ‘La catedral Baix La Mar‘. Este último es una obra que detalla la intervención del pintor mallorquín Miquel Barceló en la Catedral de Mallorca.
Por su parte, el Papa Francisco presentó a Armengol con una colección de sus textos pontificios y su primera autobiografía ‘Vida. Mi historia a través de la historia‘.
Esta audiencia con el pontífice argentino marcó la culminación de un viaje oficial a Italia que Armengol había emprendido. El día anterior, se había reunido con su homólogo, el presidente de la Cámara de los Diputados italiana, Lorenzo Fontana. También visitó la sede romana de la Asamblea Parlamentaria de la Unión por el Mediterráneo, donde ejerce como presidenta de turno.
Armengol y Fontana acordaron reactivar el foro parlamentario entre Italia y España en septiembre. Este foro, que no se había convocado desde 2013, buscará estrategias conjuntas para estabilizar la zona del Mediterráneo.
La reunión entre Armengol y Fontana tuvo lugar en el Palacio Montecitorio, que es la sede de la Cámara de Diputados italiana. Este encuentro sirvió como precursor de la Conferencia de presidentes de Parlamentos de la Unión Europea, que se celebrará a finales de abril en Palma de Mallorca.
La visita de Armengol al Vaticano y su reunión con el Papa Francisco y Fontana en Italia son ejemplos de la creciente interacción entre los líderes mundiales y las figuras religiosas. Este intercambio cultural y político continuará siendo un elemento clave en la construcción de relaciones bilaterales y multilaterales en un mundo cada vez más interconectado.