
El escándalo en la residencia pública de ancianos Moscatelares en San Sebastián de los Reyes (Madrid) continúa creciendo. Un cuidador de 43 años, originario de San Salvador, que ya había sido arrestado en febrero por supuestamente haber violado a dos internas de 90 y 100 años, ha sido denunciado por una tercera residente de 78 años por el mismo delito de agresión sexual. Así, el número de acusaciones de este tipo que pesan sobre este trabajador, un gerocultor, ha llegado a tres. Ante la gravedad del caso, la Fiscalía está considerando solicitar el ingreso en prisión del arrestado, una petición a la que podría sumarse la acusación particular de una de las víctimas.
El detenido aprovechaba su posición para, supuestamente, cometer las agresiones sexuales mientras cambiaba a las ancianas. Tras su detención en febrero por dos delitos de agresión sexual, fue despedido del geriátrico, que depende de la Consejería de Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid. Después de comparecer ante el juez, el arrestado quedó en libertad con cargos con una orden de alejamiento de 200 metros de la residencia y de las víctimas.
La Consejería de Familia, Juventud y Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid aseguró que puso los hechos en manos de la Fiscalía e inició una inspección específica en el centro. La directora de la residencia incluso sugirió a los familiares que podría haber más víctimas.
La tercera denuncia surgió tras conocerse las dos primeras. El hijo de la tercera residente, de 78 años, acudió a la comisaría el pasado 14 de marzo para informar que su madre había sufrido una agresión sexual. La mujer ya había contado que tenía un novio que trabajaba en la residencia, que la visitaba por las noches y le tocaba la zona pélvica. En ese momento, no le hicieron caso. Ahora, tras enterarse de lo sucedido, sospechan que la septuagenaria pudo haber sufrido la misma agresión. Los agentes mostraron a la mujer la fotografía del detenido y ella confirmó que era él.
La directora de la residencia reconoció ante la Policía que el detenido era uno de los empleados que se encargaba de asear y cuidar a las ancianas, aunque indicó que esa tarea se la repartían varios trabajadores y que no atendían siempre a las mismas residentes.
Este pasado martes, una de las tres ancianas, de 90 años, declaró en el juzgado número 2 de Alcobendas que investiga el caso. El testimonio de la víctima fue grabado como prueba preconstituida para que la anciana no tenga que volver a declarar en el caso de que se celebre un juicio y pueda servir de prueba documental. Las otras dos víctimas se encuentran en un delicado estado de salud, una de ellas ingresada en el hospital, y aún no se les ha tomado declaración.
Durante el testimonio de la anciana en el juzgado, el abogado del detenido interrogó a la nonagenaria en varias ocasiones cuando ella relataba, con detalles y entre temblores, según los testigos, los hechos y las características físicas del trabajador detenido que era el encargado de asearlas por la noche antes de irse a dormir. La mujer, que se llegó a caer debido al nerviosismo, vive ahora con su hija y fue examinada por un forense en sede judicial. Además, debido a las secuelas que sufre, va a ser asistida por un psicólogo a petición de la familia.
El caso ha provocado la indignación de los vecinos de San Sebastián de los Reyes. El pasado 12 de marzo, se concentraron frente a la residencia de Moscatelares para denunciar la situación del centro y en defensa de los usuarios, familiares y empleados tras las presuntas agresiones sexuales del celador a las ancianas. «Tendría que estar lleno esto. ¿Dónde están los alcaldes y los concejales tanto de Alcobendas como de San Sebastián de los Reyes? Son ancianos de nuestro municipio y deberían estar aquí», denunció María Benito, portavoz de la Plataforma Sanidad Pública de la Zona Norte.
Para Ángela Millán, concejala portavoz de Más Madrid Sanse, este caso es «el resultado del modelo de gestión de las residencias de mayores de la señora Ayuso en la Comunidad de Madrid, que priman el beneficio económico de las empresas al bienestar y a los derechos fundamentales de las personas mayores que viven en ellas».